Días complicados

No se sabe cuando dictará sentencia el Supremo a los dirigentes del procés, ni cuál será el contenido, pero ya están diseñadas las estrategias de unos y otros. El sindicato independentista CSC ya ha convocado una huelga de 24 horas para el día 11 y las entidades soberanistas, ANC y Òmnium, anunciaron ayer que celebrarán cinco “marchas por la libertad” desde otros tantos puntos de Catalunya, Girona, Vic, Berga, Tàrrega y Tarragona, que después de tres días caminando confluirán en Barcelona y además se convocan concentraciones para el día que se comunique la sentencia en todas las ciudades, y los CDR y la plataforma Tsunami Democràtic ya han anunciado su intención de bloquear las infraestructuras y paralizar el país en una protesta que puede prolongarse durante días. En el otro bando, se ha reforzado desde el 1-O la presencia de policías en Catalunya para apoyar o completar el dispositivo preparado por los Mossos, se ha programado una campaña internacional para defender la imagen exterior de España ante las previsibles críticas independentistas y, sobre todo, se ha agitado la amenaza del artículo 155 y la aplicación de la ley de seguridad, que contemplaría la intervención de los Mossos si se entiende que no garantizan el orden público y la seguridad ciudadana. Todo esto antes de que se conozca la sentencia y dando por supuesto que en mayor o menor grado será condenatoria para los dirigentes del procés y, ojalá nos equivoquemos, pero todo apunta a que tendremos un otoño complicado y hay que insistir una vez más en que, por grande que sea la indignación, las protestas sigan siendo pacíficas. Cambios con los temporeros Solo el 30 por ciento de los alojados en el albergue habilitado por la Paeria este verano para temporeros tenía contrato de trabajo y venía a trabajar en el campo y al mismo tiempo se ha constatado que, a mediados de agosto, hasta 200 personas llegaron a dormir en la calle. En consecuencia, la Paeria y las organizaciones y sindicatos agrarios se plantean buscar nuevas formas de atención, que pueden ir desde un nuevo albergue a barracones o pisos. Habrá que estudiarlo para 2020.