EDITORIAL
Segunda vuelta
En la medianoche de ayer se cerró el plazo para la presentación de candidaturas para las elecciones del 10 de noviembre y en Lleida la única novedad es que en esta ocasión concurrirá la CUP y no lo hará el Front Republicà, que sí lo hizo en abril, y que habrá una lista más, quince en total. Vuelven a presentarse los mismos candidatos que ya lo hicieron y cabe suponer que repetirán el mismo programa, y algo parecido sucede en el ámbito estatal, con pequeños cambios, buscando que seamos los ciudadanos los que rompamos con nuestro voto el bloqueo que vive el país. Habrá que ver la influencia que tiene en las urnas la escisión de Podemos con las listas que auspicia Íñigo Errejón en las circunscripciones más pobladas y si la aparente moderación del PP de Casado, que recupera viejas glorias del rajoyismo como Ana Pastor, mina aún más las expectativas de Ciudadanos, que aparece a la baja en todas las encuestas, pero nadie se atreve a pronosticar grandes cambios en los bloques de derecha e izquierda. Lo único seguro es que después del 10-N no habrá mayorías absolutas y aunque el PSOE mantenga sus resultados o los amplíe, tendrá que negociar con algún socio por mucho que Pedro Sánchez se centre en su campaña de subir las pensiones y reducir las peonadas para cobrar el PER. Salvo cambios no recogidos por los sondeos volveremos al punto de partida porque saldrá un panorama parecido al que se votó en abril y con los mismos interlocutores y tendremos derecho a preguntarnos por qué hemos perdido estos seis meses. Que vuelve la crisis En 2007 estallaron las burbujas inmobiliaria y financiera y llegó la crisis mientras los políticos negaban la evidencia y en cambio ahora llevamos semanas oyendo cómo nos avisan que vuelve la crisis. Ayer fue la nueva directora gerente del Fondo Monetario Internacional quien al tomar posesión advirtió que el 90 por ciento de los países del mundo crecerán este año menos que el pasado y que hay que revisar a la baja las previsiones de crecimiento. Quedamos avisados y ahora lo que tienen que hacer los políticos es tomar las medidas para corregirlo. Si es que saben.