EDITORIAL
Enterrar el franquismo
Parece ser que la exhumación de Franco de su mausoleo del Valle de los Caídos al cementerio de El Pardo ya tiene fecha y, según la vicepresidenta del Gobierno, será antes del 25 de octubre, con un aviso previo de 48 horas a la familia para que puedan asistir si lo consideran oportuno. Ya sería hora de que se acabara este culebrón que se arrastra durante los últimos años con idas y venidas por los tribunales, convirtiendo la exhumación en una de las banderas de enganche de los socialistas y con la derecha eludiendo el debate para no perder votos. Es un debate absurdo desde su inicio porque ningún dictador merece un reconocimiento público y menos un mausoleo como el Valle de los Caídos que, para más inri, se levantó a costa de los presos republicanos que redimieron pena con trabajos forzados para mayor gloria del dictador. Es inadmisible para cualquier demócrata que aún no se hayan recuperado los miles de cuerpos de republicanos enterrados en las cunetas, mientras el causante de la mayor tragedia española del siglo XX es homenajeado en una basílica y que no vengan repitiendo que con esta exhumación se pretenden reabrir heridas: es simplemente rectificar errores tan grandes como la tumba de Franco. Y está bien que se trasladen sus restos a un cementerio, pero también habría que enterrar los vestigios del franquismo porque está claro que siguen vigentes como ha quedado claro con la actitud del prior, de algún juez que intenta entorpecer hasta el final la exhumación y de algunos medios que siguen justificando que se homenajee a un dictador. Trasladen sus restos, pero entierren también el franquismo. Un respiro para Boí Taüll Después de unos años de zozobra en Boí Taüll por los problemas financieros de Nozar, parece que las aguas se calman en torno a su futuro porque la continuidad y el funcionamiento de la estación de esquí están garantizados con la gestión de la Generalitat y porque, tras la subasta pública, el complejo turístico, imprescindible para el desarrollo de la comarca, pasa a manos de una empresa de Reus que garantiza los puestos de trabajo. Ojalá el tiempo acompañe y sea buena temporada.