EDITORIAL
El peor final de una semana negra
La semana que dejamos atrás fue negra en todos los sentidos, pero obviaremos por un día todo lo referente a las múltiples reacciones suscitadas tras darse a conocer el lunes la sentencia contra los líderes independentistas catalanes. Y es que ayer la carretera se cobró dos nuevas vidas, dos hermanos de 25 y 27 años de Sant Andreu de la Barca, en un gravísimo accidente registrado en la C-14 a la altura de Bassella, siniestro en el que se vieron implicados cuatro vehículos y en el que resultaron heridas otras siete personas. Este siniestro se suma al de La Sentiu de Sió del pasado miércoles en el que fallecieron dos vecinos de Balaguer. En lo que llevamos de año ya son treinta las víctimas de accidente en las vías leridanas. El de ayer fue uno de los siniestros viarios más graves de los últimos meses, tanto por el número de vehículos implicados como por sus consecuencias para las personas implicadas en él. Aunque todavía se están investigando sus causas, todo indica que tuvo su origen en una maniobra de adelantamiento de uno de los turismos involucrados. Las estadísticas que analizan las causas de los siniestros viarios constatan que las distracciones están detrás de uno de cada cuatro accidentes y de entre estas distracciones destaca, muy por encima de todas, la utilización del teléfono móvil durante la conducción. En este sentido, un informe de la Dirección General de Tráfico asegura que su uso multiplica por cuatro el riesgo de sufrir un accidente y el peligro es equiparable al de ponerse ante el volante tras haber consumido alcohol en exceso.
Todas las campañas institucionales, algunas realmente duras por sus impactantes imágenes y trágicas situaciones que muestran, y las penas cada vez más implacables que conllevan los delitos referentes al tráfico parece que no son suficientes para detener una sangría que, en el caso de España y durante el pasado año, se saldó con 18.591 accidentes con víctimas (un 26% del total) y en los cuales fallecieron 446 personas y otras 1.983 resultaron heridas graves. Pero si no ponemos de nuestra parte cuando nos sentamos en el coche, prestando toda la atención que ello requiere, tanto para nuestra seguridad como para la de los que nos rodean, de poco sirven todas las medidas coercitivas.