SEGRE

Creado:

Actualizado:

Lo que hace seis meses le quitaba el sueño a Pedro Sánchez se ha difuminado 36 horas después del cierre de los colegios electorales, y ayer el presidente en funciones se fundía en un abrazo con el líder de Podemos tras rubricar un pacto de diez puntos muy genéricos que deben servir de base para un futuro gobierno de coalición en el que Pablo Iglesias será vicepresidente. Ya no hay vetos, ni discrepancias sobre la cuestión catalana, ni exigencias sobre la reforma laboral, ni polémicas sobre ministerios de adorno: un abrazo lo ha zanjado todo y las dos partes han evitado reproches. Lo que sí ha cambiado es que entre las dos formaciones suman diez diputados menos que en abril, que ahora hay más de 50 diputados de ultraderecha y que la negociación con los independentistas catalanes es bastante más complicada después de la sentencia del procés y las protestas. Porque ayer se rubricó solemnemente el pacto para un gobierno progresista de coalición, pero aún falta mucho para que sea realidad porque solo suman 155 votos de los 176 necesarios para lograr la investidura en primera vuelta, algo que a tenor del nuevo arco parlamentario se antoja imposible. Tendrá que ser en segunda vuelta con más votos a favor que en contra y, aunque tienen comprometidos los 3 de Errejón y pueden conseguir con mucha negociación los 7 del PNV y los de Teruel Existe, el Partido Regionalista de Cantabria, que ya les apoyó, e incluso los de Coalición Canaria y hasta el del BNG, solo llegan a los 170, que serían insuficientes si todos los demás votan en contra. Ya han anunciado su voto en contra Vox, el PP, la CUP, JxCat y también Esquerra en una primera reacción, y aunque está a la espera de una gestora, no parece fácil que Ciudadanos apoye un gobierno con Podemos, pero es una de las posibilidades, junto a negociar en la segunda vuelta la abstención de ERC e incluso la de Bildu, pero esto supondría lo que buscaba evitar Sánchez: no depender de los independentistas. También ha podido cambiar en este punto, pero teniendo, en cuenta que el punto 9 del acuerdo firmado se limita a “garantizar la convivencia en Catalunya y fomentar el diálogo con fórmulas de entendimiento y encuentro dentro de la Constitución”, no parece que sea suficiente para convencer a los republicanos con su líder condenado a 13 años y elecciones catalanas a la vista. Será difícil, pero al menos se ha dado el primer paso para tener gobierno.

tracking