Posturas alejadas

Mientras se desatan las quinielas sobre futuros ministros y ya se adelantan algunos de los nombres propuestos por Podemos como López Uralde, Rosa Llull o Jaume Asens, el primer encuentro entre el PSOE y ERC para negociar una posible abstención republicana que facilitara la investidura de Pedro Sánchez se ha saldado con la firmeza de ERC en mantener su voto negativo. El comunicado emitido lo justifica diciendo que “no hay indicio alguno de que el PSOE vaya a abandonar la vía represiva para afrontar el conflicto político existente entre Catalunya y España”, mientras que Pedro Sánchez ha replicado preguntándoles “qué Gobierno querrían” y advirtiendo que el PSOE y Podemos son las únicas fuerzas estatales que apuestan por superar mediante el diálogo la crisis política con Catalunya. Las dos partes se mantienen en sus posturas y habrá que ver si en futuros encuentros acercan posiciones que hagan posible la abstención, pero de momento el diálogo que ofrece la coalición de izquierdas se enmarca dentro de la Constitución según el punto 9 del acuerdo alcanzado el martes, y a estas alturas parece un corsé demasiado rígido para las exigencias de ERC, acuciada también porque tanto la CUP como JxCat han optado por la negativa rotunda a cualquier forma de facilitar la investidura de Sánchez. Teniendo en cuenta el retroceso de Esquerra en las últimas elecciones, con la pérdida de dos escaños, y la posibilidad de un adelanto electoral en Catalunya, los dirigentes republicanos tendrán difícil justificar la abstención si no hay un gesto significativo por parte de Sánchez, que también tiene limitada su capacidad de maniobra con una oposición muy radicalizada en esta cuestión e incluso dentro de su propio partido, donde ya le han advertido sobre las posibles cesiones a los independentistas. Ha sido el primer encuentro, pero las posiciones parecen muy alejadas y no se atisba otra posibilidad de que prospere la coalición PSOE-Podemos y tampoco asusta a los que han anunciado el voto contrario la advertencia de que coincidirán en su posicionamiento con Vox porque sus prioridades pasan por la situación catalana y no por el desbloqueo en España. Y la posibilidad de que sea Ciudadanos quien preste su apoyo también se antoja complicada por la presencia de Podemos en el gobierno y porque siguen reclamando una gran coalición con el PSOE y PP, algo que ya ha descartado el propio Sánchez.