EDITORIAL
Adaptar horarios
Unos doscientos comercios leridanos adelantaron ayer su cierre a las siete de la tarde siguiendo la convocatoria de Slow Shop Lleida, que busca impulsar la reforma horaria y la adaptación de los hábitos laborales, de consumo o de vida a parámetros más racionales y similares a los del resto de Europa. Es un gesto simbólico que debería servir para concienciarnos a todos de los inconvenientes del actual horario, que, según los expertos, perjudica a la salud, porque dormimos menos y nos vamos a la cama más tarde; a la productividad de las empresas, con horarios partidos y una pausa excesivamente larga al mediodía; a la sostenibilidad energética, porque con estos horarios se consume más, y también a la conciliación familiar, a la que no favorecen ni el retraso en algunos horarios de actividades extraescolares ni tampoco las jornadas laborales de muchos trabajadores. Cambiar los hábitos es complicado y exige un amplio consenso en el que tienen que implicarse empresarios y trabajadores, pero también las administraciones públicas, que programan actividades a última hora de la tarde, y debe empezar por la concienciación de que nuestros horarios deben mejorarse, que nos vamos a dormir más tarde que en Europa y también empezamos a trabajar más tarde. Hay que predicar con el ejemplo porque las televisiones, públicas y privadas, mantienen su prime time a partir de las diez de la noche y porque buena parte de eventos artísticos o deportivos de consumo masivo se celebran a partir de esta hora. El objetivo que se marca la Reforma Horaria es recuperar las dos horas de desfase que tenemos actualmente con las costumbres europeas y todos podemos aportar nuestro granito de arena.
Que decidan las bases El PSOE y Podemos preguntarán a sus bases si apoyan un gobierno de coalición, Bildu qué han de votar en la investidura y ERC también consultará a sus militantes para que digan si “están de acuerdo con rechazar la investidura de Sánchez si previamente no hay un acuerdo para abordar el conflicto político con el Estado a través de una mesa de negociación”. Pregunta complicada, pero buen precedente.