La mayoría quiere diálogo

Por primera vez el Centre d’Estudis d’Opinió de la Generalitat ha elaborado un sondeo de ámbito estatal, con 3.600 encuestas, para conocer de primera mano cuestiones sobre las que habitualmente no pregunta el CIS y que por comparación arroja resultados significativos. De entrada, se confirma que la monarquía suspende en toda España con una valoración del rey de 4,8 en el conjunto del Estado y de 2,2 en Catalunya, pero lo más sustancial es que una amplia mayoría es partidaria del diálogo para solucionar el conflicto territorial, un 68 por ciento en el Estado y un 80 por ciento en Catalunya, aunque también es destacable que un 23 por ciento de españoles piensa que las cosas se solucionarían con una política de mano dura, mientras que solo el 4,2 por ciento de catalanes es partidario de esta opción. Evidentemente, solo los más radicales o cerriles pueden estar en contra de dialogar para solucionar un conflicto, pero en la encuesta hay un matiz importante porque la mayoría de los encuestados españoles, un 46, apoya un diálogo dentro de la Constitución y un 21 en cambio es partidario de un diálogo y negociación sin límites. En Catalunya, las proporciones se invierten y los que defienden una política de diálogo sin límites representan el 42 por ciento, mientras que los defensores de supeditar el diálogo al marco constitucional son la segunda opción con el 38 por ciento, quedando como tercera opción en Catalunya con solo un 11 por ciento la defensa de una política unilateral por parte de la Generalitat. También son dispares las opiniones sobre un posible referéndum porque un 70 por ciento de los catalanes estaría a favor, mientras que en España son un 36 por ciento los partidarios, un porcentaje significativo aunque no llegue a la mayoría. En lo que sí se alcanza esta mayoría es en aceptar el resultado de un referéndum legal, un 53 por ciento de españoles con un 81 por ciento de catalanes, y también en reclamar un pacto fiscal para todas las autonomías, algo que apoyarían el 54 por ciento de españoles y el 68 de los catalanes, pese a que no lo plantea ninguno de los partidos estatales con más representación. Son resultados para analizar y para reflexionar y aunque no se concrete ni cómo, ni sobre qué cuestiones concretas ha de ser el diálogo, el concepto es el que más consenso suscita tanto en Catalunya, como en España. Y todos los políticos deberían tomar buena nota de lo que piensan los ciudadanos.