Una brecha que hay que cerrar

La igualdad de género ha avanzado a pasos agigantados en las últimas décadas, al menos en los países más avanzados, donde casi nadie pone en duda que la igualdad entre mujeres y hombres es uno de los pilares básicos de la sociedad. Sin embargo, esta premisa sigue sin plasmarse en muchos ámbitos, uno de los cuales es la retribución salarial. Tal como dábamos cuenta en nuestra edición de ayer, las mujeres que trabajan cobran de media un 16,3 por ciento menos que los hombres en Lleida, lo que supone una diferencia de 3.270 euros al año, 16.791 ellas frente a 20.061 ellos. En la mayoría de los casos, esta diferencia no obedece a una discriminación por razón de sexo, sino a que la igualdad real no ha llegado a los distintos roles de la vida cotidiana. En este sentido, es evidente que son principalmente las mujeres las que acaban asumiendo la carga que supone el cuidado de los hijos en detrimento de su vida laboral. Son muchas las que optan por reducir la jornada, dejar temporalmente un empleo o renunciar a oportunidades de ascenso para hacerse cargo de esta tarea, mientras sus parejas no introducen ningún cambio en su ritmo de trabajo. Este es quizás el principal ejemplo de esta desigualdad de roles, que también se mantiene en los estereotipos que hacen que muy pocas mujeres den el paso de incorporarse a determinadas profesiones o que casi monopolicen otras. Por eso es necesario seguir dando pasos para lograr una igualdad real en todos los ámbitos, y más aún cuando la irrupción de la ultraderecha en la vida política supone una amenaza para este objetivo.

Ajustes que perjudican la salud El número de pacientes que están en lista de espera para ser operados en los hospitales públicos de Lleida ha aumentado un 17% en lo que va de año, después de que también creciera un 10% en 2018. Y en Catalunya y España, esta cifra llegó el pasado junio a su máximo desde 2003. Es el resultado de los ajustes presupuestarios en servicios esenciales para la población y que perjudican especialmente a los ciudadanos más pobres, que no tienen acceso a la sanidad privada.