EDITORIAL
Otro revés a la justicia española
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea se ha pronunciado con rotundidad y la justicia española se ha llevado un nuevo varapalo: Oriol Junqueras adquirió la condición de eurodiputado desde la proclamación de resultados, como tal tiene derecho a la inmunidad, no se le podía mantener en prisión provisional a partir de su elección y, si el Supremo, que fue quien planteó la cuestión previa al tribunal europeo quería juzgarle, tenía que pedir el suplicatorio a la Eurocámara. Sin duda es un reconocimiento de las tesis de la defensa de Junqueras y un revés para el Supremo, que continuó el juicio sin esperar a la resolución de la cuestión previa y le mantuvo en prisión provisional siendo eurodiputado con derecho a la inmunidad, pero hay más dudas a la hora de valorar las consecuencias jurídicas del fallo porque el tribunal europeo se remite al Supremo para que se pronuncie sobre los “hechos aparejados” a la sentencia, tal como había pedido el mismo Supremo, y recuerda ahora la institución europea en el punto 42 de la sentencia estando Junqueras “en prisión provisional o penado”. La cuestión es que ahora pesa una condena sobre el recurrente y Luxemburgo no se ha pronunciado ni sobre el juicio ni sobre la condena, con lo cual podría quedarse con una victoria moral y el reconocimiento de que tenía que haber estado en libertad y juzgado tras el suplicatorio, o bien el Supremo reconsidera la situación de Junqueras, algo que a tenor de los antecedentes parece poco probable, aunque su defensa vuelva a plantear la nulidad del juicio. En cambio, sí que puede tener repercusión inmediata en la situación de Puigdemont y Comín porque su reconocimiento como eurodiputados debería ser automático y no depender de ningún trámite en España. Y, como era previsible, la sentencia sí ha tenido unas consecuencias políticas inmediatas porque Esquerra ha suspendido la negociación para la investidura hasta que el gobierno y la abogacía del Estado se pronuncien sobre la sentencia europea y su aplicación para rectificar la vulneración de derechos que ha padecido Junqueras. Se abre un escenario nuevo porque el fallo europeo ha coincidido con la inhabilitación de Torra por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya y porque la sentencia europea puede permitir la vuelta al primer plano de los dos líderes del procés: Junqueras y Puigdemont. Madrid y el Supremo tienen ahora la palabra, pero la investidura tendrá que esperar.