Gesto con las pensiones...

Más allá de los ocho euros que puede suponer de incremento para el pensionista medio de Lleida, la revalorización de pensiones aprobada ayer en el primer consejo de ministros de Pedro Sánchez es un gesto de su programa de legislatura con medidas sociales para revertir las desigualdades que se profundizaron con la crisis y los recortes. Con el PP de Rajoy el incremento de las pensiones se fijó en un 0,25 por ciento, descartando la indexación con la tasa de inflación por entender que se multiplicaría el déficit de la Seguridad Social, y ahora Sánchez intenta revertir esta pérdida de poder adquisitivo de los jubilados revalorizando su pensión con el porcentaje calculado de inflación. El coste de la medida ha sido evaluado por el ministerio en 1.406 millones de euros anuales, y aunque no se ha concretado cómo afectará a las pensiones más bajas, sí hay voluntad de que el incremento sea porcentualmente mayor, aunque se deja para más adelante enmarcado en el proyecto de presupuestos que aún tiene que negociarse. Evidentemente habrá más déficit en la Seguridad Social, con un desfase que en la actualidad alcanza los 18.000 millones anuales, pero el nuevo titular del departamento ya había planteado desde su anterior responsabilidad en la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal fórmulas para reducir el déficit estructural que pasan por traspasar gastos que actualmente asume la Seguridad Social a los presupuestos del Estado. Habrá que ver sus medidas, pero es positivo que el primer gesto sea con los pensionistas.

... y con la Generalitat Pese a las resoluciones de inhabilitación de la Junta Electoral, Pedro Sánchez fue rotundo en su primera rueda de prensa al asegurar que “Torra sigue siendo el presidente de la Generalitat y no tengo ningún inconveniente en reunirme con él” y, en la misma línea, el PSC apoyó en la Mesa del Parlament la ratificación de Torra como diputado después de que los letrados de la cámara informaran que la Junta Electoral no tiene competencias para retirar un acta de diputado. Son gestos hacia la normalidad que tienen que propiciar un diálogo abierto sobre el conflicto.