EDITORIAL
Tragedia en Tarragona
Tres muertos es el trágico balance de la explosión de una empresa química en Tarragona, y lo primero que toca es sumarse al duelo y mostrar la solidaridad con las familias de las víctimas del siniestro. Pero a continuación hay que preguntarse, como hacían ayer muchos vecinos de Tarragona, por qué estuvieron varias horas sin recibir información sobre la tragedia, por qué no sonaron las alarmas –que, en gráfica definición de un vecino, solo se oyen en los simulacros y no cuando se necesitan–, por qué una plancha pudo salir despedida y llegar a tres kilómetros provocando la muerte de un hombre que estaba en su casa y, sobre todo, cuál es el nivel de riesgo con empresas químicas a un paso de sus domicilios. Como suele pasar en estos accidentes, las responsabilidades se van diluyendo y Protección Civil dice que nadie de la empresa avisó del accidente –aunque es previsible que todos los trabajadores que podían estar en la planta en aquel momento resultaran heridos– y justifica que no sonaran las alarmas para que la población quedara confinada porque la nube generada no era tóxica. Otros políticos ya plantean revisar los planes de emergencia para que los avisos de confinamiento puedan hacerse por móvil o por las redes sociales, aunque haya riesgo de generar más confusión, pero hay una cosa clara en los actuales planes de emergencia, y es que, en caso de accidentes graves –y el del martes lo era– tienen que activarse los avisos sonoros, básicamente sirenas, para que la gente se quede en casa y no se vea afectada por los gases emanados de la explosión. Aunque la tragedia hubiera podido ser mayor, hay que exigir responsabilidades y tomar medidas para que no se repita.
Recuperar Les Basses Aunque el festival programado para junio no sea más que un parche al deterioro de Les Basses, sí debería servir para restaurar su imagen y frenar su declive, y sobre todo para poner sobre el tapete el aprovechamiento de una infraestructura simbólica para Lleida. Se han barajado muchos proyectos para Les Basses, pero no se ha hecho nada. Que además de un festival, se vaya pensando en su recuperación.