EDITORIAL
Apuesta por el tren
El apoyo del diputado de Teruel Existe a la investidura de Sánchez con el compromiso de no cerrar más estaciones ferroviarias ha tenido un efecto rebote con la reapertura de la venta de billetes en ventanilla en las estaciones de Tàrrega y Bell-lloc, que se había clausurado hace casi un año, y la intención de ir reabriendo más taquillas en zonas rurales a medida que lo permitan las disponibilidades de personal. Está muy bien y es un paso, pero de nada servirá que se puedan vender billetes si las líneas no funcionan correctamente, no son competitivas y no responden a la demanda de los ciudadanos, porque el objetivo ha de ser conseguir un buen servicio ferroviario que ayude a articular el territorio, que aporte una alternativa sostenible al transporte y que preste en las zonas rurales un servicio comparable al que ya reciben las zonas urbanas. Es decir, que también en las comarcas de Lleida se articule un servicio ferroviario de cercanías y que se invierta en las infraestructuras rurales para que se pueda prestar un servicio comparable al de la alta velocidad. Por esto hay que aplaudir las iniciativas de Comisiones Obreras debatidas ayer en la Diputación para que se articule un servicio de cercanías desde Lleida en base a cuatro conexiones ya existentes con Balaguer, Cervera, Montblanc y Monzón, y que se instalen andenes en los polígonos, se supriman pasos a nivel en los municipios y que se adapten los horarios, además de reclamar urgencia en la restauración de las vías que resultaron afectadas por el temporal de octubre, cuyo trayecto se cubre actualmente en autocar. Y en esta línea, va también la propuesta de la Diputación de reactivar la plataforma del tren de Manresa con la participación de Generalitat, ayuntamientos, consells comarcals, agentes sociales y cámaras de comercio, porque estamos ante una reivindicación conjunta para potenciar la red ferroviaria de nuestras comarcas. Estamos en vísperas de la liberalización del transporte ferroviario y es un momento clave para reclamar que se apueste por el papel del tren en nuestras comarcas con un planteamiento unitario que acabe con el panorama actual en que tenemos una línea decimonónica, la de Manresa, y otra cortada por las lluvias, la de Tarragona, con estaciones semicerradas y una oferta desaprovechada. Si queremos combatir la despoblación y apostar por nuestros pueblos, es prioritario ofrecerles unos servicios eficaces, y el tren puede serlo.