Capital del aceite

La Fira de l’Oli, que ayer abrió sus puertas en Les Borges Blanques, es el gran certamen del aceite de oliva, un producto en alza tanto por su calidad como por el incremento de las exportaciones, pero también es la gran feria de Les Garrigues, el escaparate para promocionar los múltiples atractivos de la comarca y difundir nuevas experiencias turísticas basadas en la cultura del aceite. Un año más, la feria ha conseguido la plena ocupación con 94 estands de expositores, a los que se suman una sesentena de paradas de artesanía y alimentación con una oferta variada que recoge la capitalidad del aceite de Les Borges, tanto por la cantidad como por la calidad de la producción de este oro líquido, con sesiones técnicas sobre la recolección y transformación, sobre la recuperación de variedades autóctonas, sobre la lucha contra el fraude en el aceite de oliva o sobre la digitalización de los procesos que van desde el árbol a los mercados. Pero también hay una apuesta por la gastronomía y las rutas oleícolas, conscientes de que hay unas grandes posibilidades turísticas en la comarca sin explotar y que el prestigio del aceite de Les Garrigues tiene que difundirse, con los embajadores, los premios que se conceden y la promoción que representa la feria, como un sello de calidad que marque diferencias. Y si la feria es importante para el sector, también lo es para toda una comarca excesivamente envejecida y despoblada, que además desgraciadamente es poco conocida en el conjunto de Catalunya. Es significativo que uno de cada cuatro habitantes de la comarca tiene más de 65 años y que en algunos pueblos más del 30 por ciento de los jubilados ya tienen más de 85 años, pero también que el aceite es el principal activo de la comarca y también se ha de convertir en el motor de su repoblación y de su rejuvenecimiento, en paralelo con los avances del canal Segarra-Garrigues. Les Garrigues tiene la materia prima y ahora hay que recabar el apoyo de las instituciones para que el aceite tenga unos precios justos y unos canales de comercialización adecuados, que se apueste por potenciar marcas de calidad, que se favorezcan las exportaciones, que se incremente la colaboración con los grandes nombres de nuestra gastronomía para que el aceite de Les Garrigues sea pieza fundamental en todas las cocinas y trabajar para que los jóvenes se involucren en el desarrollo y la potenciación de la comarca.