Temporal catastrófico

Sin tiempo a que nos hayamos podido recuperar de los efectos de la levantada de octubre en las comarcas de Tarragona y Lleida, otro episodio climatológico, más grave en esta ocasión, ha asolado todo el área mediterránea con especial incidencia en el Delta del Ebro, que ha quedado inundado. En esta ocasión el temporal, bautizado como Gloria, ha sido clemente con las comarcas de Lleida, donde a falta de los últimos coletazos solo hemos padecido lluvias y nieve con incidencias, que resultan pequeñas comparadas con los daños que han padecido en la costa, con playas y paseos marítimos arrasados, en Girona, donde han sufrido el peor temporal en 20 años con evacuaciones y peligro de inundación en la capital, y sobre todo en el Delta del Ebro, inundado y con graves afecciones en edificios, infraestructuras y en los arrozales, que han dejado unos paisajes absolutamente catastróficos. Siempre ha habido levantadas con trágicas consecuencias, pero ahora los expertos alertan de que se repiten más a menudo y con mayor intensidad y no dudan que están vinculados al calentamiento planetario, a que la diferencia de temperatura entre el Ártico y el Ecuador se ha reducido por el calentamiento del casquete polar, de forma que se generan cambios en la corriente de chorro con choques de aire cálido que viene del sur y de la superficie con las masas de aire frío en altura que generan estas intensas borrascas. De hecho, según el Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, en los últimos 24 meses se han registrado en el área mediterránea hasta tres gotas frías o DANAs (depresión atmosférica en niveles altos), que generan estas consecuencias trágicas, y avisan que nos encontramos ante “un futuro incierto en el contexto del calentamiento térmico provocado por el hombre que nos obligará a adaptarnos a manifestaciones atmosféricas más extremas y a un menor confort climático”. Si a esto añadimos que la actividad humana en ocasiones ha invadido zonas reservadas al cauce natural de los ríos o en el dominio marítimo, se entenderán los daños que hoy lamentamos. Se debatió en la cumbre climática que son urgentes las medidas para combatir el calentamiento, pero aún hay gobernantes que se aferran al negacionismo y rechazan la evidencia científica de que la temperatura está subiendo al igual que el nivel de los mares y que si no se actúa con urgencia el panorama empeorará y vamos hacia la catástrofe.