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El 6 de abril empezará a circular el denominado AVLO, tren de alta velocidad de bajo coste, que prestará servicio entre Madrid y Barcelona con parada de algún servicio en Zaragoza y total desprecio a los posibles usuarios de Lleida, que tendrán que conformarse con el AVE convencional, considerablemente más caro, y en caso de desplazarse a Barcelona con el Avant, cuyo deterioro del servicio denuncian periódicamente sus usuarios. Es lamentable que Renfe no haya contemplado la parada en Lleida y que se remita al futuro para introducir cambios si hay una demanda suficiente, algo que será difícil de comprobar si no se ofrece el servicio, y con esta medida vuelve a corroborar que el servicio público ya no está entre las prioridades de la compañía ferroviaria, que descuida los servicios de cercanías, mantiene en el letargo las líneas que no son de alta velocidad, cierra estaciones de pueblo y centra sus inversiones en los trenes que dan servicio a las grandes metrópolis, Barcelona, Zaragoza o Madrid, olvidando también a las ciudades medianas y sin asumir el papel que el ferrocarril puede tener en la articulación del territorio. Pero también es triste que la respuesta de las administraciones leridanas se haya limitado a una carta del alcalde o a entrevistas de los representantes de la Diputación con directivos de Renfe aprovechando la visita a Fitur. Poco que ver con la presión que se ejerció cuando se discutía la parada del AVE en la ciudad con la posibilidad de que se aprovechara el bypass para hacer una estación en Rufea que provocó la respuesta del entonces alcalde Antoni Siurana, que amenazó con no conceder la licencia de obras si no paraba en el centro de la ciudad, secundado por todas las instituciones de Lleida y por los mismos diputados en el Congreso, que exigieron al presidente de Renfe personalmente la parada en la estación de Lleida. Entonces se consiguió y el tiempo ha demostrado que fue un éxito, y ahora, aunque también todos han pedido la parada en Lleida, habría que articular el frente común del que tanto se ha hablado para que instituciones, empresas, sindicatos y federaciones de vecinos hicieran llegar a Renfe y también al gobierno central su exigencia de que el AVLO pare Lleida y sus quejas sobre el paulatino deterioro del servicio que presta el Avant, que sí tiene demanda pero los usuarios ven como las prestaciones se van deteriorando mientras siguen pagando lo mismo. Que al menos les llegue la queja.

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