EDITORIAL
El agua, impulso de progreso
Que la modernización de riegos es un proyecto de país nadie lo pone en duda. El Canal d’Urgell, junto con el Aragón y Catalunya, Pinyana y ahora también el Segarra-Garrigues, Algerri-Balaguer, y otros menos numerosos en regantes y hectáreas, como el Segrià Sud, Garrigues Sud o algunos históricos o recientes de las comarcas de montaña, son la base en que las comarcas de Lleida han sustentado y sustentan su presente y futuro agroganadero y agroalimetario. El agua y su buen aprovechamiento son vitales en tiempos de cambio climático para garantizar las cosechas, aspersión, goteo o decantación son fundamentales para las producciones en un momento en que los payeses ven más negro que nunca su futuro por los bajos precios que se les pagan. Además, este ahorro hídrico que comporta la modernización de los regadíos es una garantía para los usos industriales, de los prioritarios de consumo de boca, turísticos u otros que requieren del agua como bien fundamental. Ayer, la consellera de Agricultura, Teresa Jordà, anunció en Mollerussa su compromiso de hacer efectivos 1,3 millones para el Canal d’Urgell y 11,3 en el Segarra-Garrigues, en el primer caso para modernización y en el segundo para inversiones de las nuevas adhesiones y proyectos de compensación ambiental. Es indispensable que la Generalitat y resto de administraciones se impliquen en esta puesta al día de los canales porque traspasan el ámbito privado para ser un bien común de todos.
Prevenir siempre es mejor que curar Todas las medidas de precaución que por indicación de las autoridades sanitarias pueden ayudar a contener la expansión del Covid-19, un virus que no nos cansaremos de repetir que es más peligroso por el bloqueo económico y sanitario que podría comportar un gran número de afectados que por el virus en sí, no son alarmismo, sino un ejercicio de responsabilidad. Por tanto, si residencias de personas de la tercera edad, el colectivo más vulnerable, recomiendan evitar visitas si se está resfriado, es sentido común. Alarmismo, ninguno; precaución, siempre.