Más reivindicación que celebración

Hoy, un año más, mujeres de todo el mundo saldrán a las calles para conmemorar una nueva edición del Día Internacional que las reivindica, un día para luchar por la igualdad, la participación y su empoderamiento en todos los ámbitos de la sociedad. Es una jornada de reivindicación porque, aunque poco a poco se avanza en la consecución de derechos que deberían ser innatos, queda mucho por hacer y, por lo tanto, hay poco que celebrar. Durante esta semana hemos analizado múltiples aspectos de la realidad de las mujeres que dejan en evidencia que todavía quedan pendientes muchos logros que conquistar. Desde situaciones tan simples como tener la libertad de andar solas por la noche sin temor a cualquier tipo de ataque hasta aspectos mucho más complejos y sibilinos, como la brecha salarial. Precisamente ayer publicábamos un informe elaborado por Comisiones Obreras que constata que las leridanas percibieron una media de 3.270 euros menos que los trabajadores de la misma demarcación en 2019, y esto se podría traducir en que las mujeres de Ponent habrían prestado sus servicios de forma gratuita desde el 1 de noviembre hasta finalizar la anualidad. Si este desfase se produjera en todo el mundo laboral las protestas y huelgas se hubieran sucedido hasta la saciedad, porque tal extremo sería inconcebible. El mismo informe también detalla que la tasa de ocupación femenina apenas supera el 50 por ciento, siendo diez puntos inferior a la de los hombres, mientras que la incidencia del paro es cuatro puntos más alta para las empleadas leridanas.

Ante estos datos, y pese a reconocer que se han logrado avances en los últimos años, queda claro que hoy debe ser de nuevo un día de reivindicaciones. Pero lo que es imprescindible es que la lucha no se quede solo en una jornada marcada en el calendario. Debe continuar el día 9, el 10 y todos los sucesivos para que de una vez por todas las mujeres logren los derechos que deberían disfrutar de forma intrínseca. Y para ello necesitan de la colaboración de los hombres que, por fortuna, cada vez están más sensibilizados ante esta situación de desigualdad. Porque todos debemos ser conscientes de que los avances que reclama el feminismo no solo son beneficiosos para las mujeres, sino que buscan el bien de toda la sociedad.