El ejemplo de Italia y Alemania

Alemania acordó ayer domingo el cierre de sus fronteras con Francia, Austria y Suiza como medida para contener la propagación del coronavirus. La restricción fronteriza implantada por Alemania no afectará al transporte de mercancías ni a las personas que cruzan a diario a su territorio para acudir a su puesto de trabajo. La medida fue tomada de forma coordinada por la canciller Angela Merkel, los ministros del Interior (Horst Seehofer) y Sanidad (Jens Spahn), y los presidentes de los länder fronterizos con los tres países: Baden-Württemberg, Baviera, Renania-Palatinado y Sarre. Los casos de infectados en el país germánico no llegan a los 4.000, muy inferiores a los que tiene en estos momentos España, con casi 8.000, y por mucho, como decíamos ayer, que no es momento de abrir más heridas territoriales, parecen a todas luces insuficientes las restricciones por aire, mar, ferrocarril y carreteras anunciadas el sábado por el presidente del Gobierno de Pedro Sánchez. Es difícil de comprender que mientras países que van por delante en experiencia en hacer frente a la pandemia, como China e Italia, aislaran completamente los focos más numerosos, Wuhan en el país asiático y la Lombardía en el alpino, el estado español se resista a confinar Madrid, con más de la mitad de los infectados de toda España. Y es que si ya fue cuestionable mantener las manifestaciones del 8 de Marzo, resulta inconcebible que este pasado fin de semana se permitiera el éxodo de miles de madrileños hacia otras comunidades turísticas. Catalunya confinó sin temblarle la mano a toda la ciudad de Igualada cuando se descubrió el elevado número de casos positivos de coronavirus en el hospital de L’Anoia, y la Generalitat debe colaborar con todas las medidas estatales pero a la vez seguir sus propios criterios de prevención para vencer en el menor tiempo posible el Covid-19. En cuanto a Lleida, de momento el número de contagios no son alarmantes porque la gran mayoría tienen como origen el autocar de jubilados a Benidorm. Caso en el que habrá que investigar también por qué se dejó pasar tantas horas dentro de un mismo espacio a personas que ya habían acudido a centros sanitarios de Alicante con síntomas de la enfermedad. Ahora, la prioridad es seguir todas las normas sanitarias de confinamiento y frenar la pandemia como sea. Es responsabilidad política, pero también de todos nosotros.