EDITORIAL
Momento de consensos
Mientras la cifra de muertos por coronavirus en España superaba a la de China en las estadísticas oficiales, los dirigentes políticos se enzarzaban en un duro debate en el Congreso que se prolongaba hasta la madrugada. Había que aprobar la prolongación del estado de alarma durante dos semanas más, hasta el 11 de abril, y convalidar los decretos de medidas extraordinarias, y no hubo votos en contra, aunque sí abstenciones de los grupos independentistas y un duro debate en el que la oposición acusó de negligencia al ejecutivo. ¿Es el momento de enzarzarse en acusaciones de este tipo? Es evidente que no se le puede dar un cheque en blanco al Gobierno y más cuando hay sobre la mesa evidencias de que se reaccionó tarde y mal, como muestran los positivos derivados del 8-M, y también debería estar claro que los gobernantes deberían escuchar las sugerencias tanto de los presidentes autonómicos como de los dirigentes de la oposición o cualquiera que pueda hacer una aportación positiva, pero también debería estar claro que quien tiene la responsabilidad y la obligación de marcar las directrices y las líneas de actuación en unos momentos de especial emergencia como la que vivimos es quien gobierna, que para eso tiene la confianza de los ciudadanos y es quien se supone que dispone de mayor volumen de información y la asesoría de los mejores especialistas. A los demás nos corresponde aportar todo lo que podamos, ayudar a los que lo necesiten y empujar todos en la misma dirección. Mientras sigan goteando las muertes y los afectados por el virus, parece ocioso seguir discutiendo lo que había que haber hecho en febrero, continuar con la polémica sobre si el confinamiento debería haber sido más estricto o si había que cerrar totalmente el país o partes de él. Hay ejemplos de todos los colores en los países afectados, y quienes pasan de un extremo a otro en la toma de decisiones porque da la impresión de que no hay un modelo a seguir y se van tomando medidas en función de la eficacia. Sí que llama la atención que España haya superado la cifra de muertos de China y hay que preguntarse por las razones, de la misma forma que habrá que exigir explicaciones sobre por qué no se puede disponer del material sanitario necesario, pero de momento, aunque discrepemos y no estemos de acuerdo con todo, habrá que ir en la misma dirección. Ya exigiremos responsabilidades cuando se acabe la pesadilla.