Luz al final del túnel

La crisis sanitaria derivada de la pandemia por Covid-19 está lejos de poder darse por superada, pero cada día que pasa, a pesar del goteo de muertes y la factura económica, el final está más cerca. Después de más de cuarenta días de confinamiento, los menores de 14 años podrán salir hoy a la calle. Solo una hora, a un máximo de un kilómetro del domicilio y acompañados por un adulto, que deberá evitar que se relacionen con otras personas y vayan a los parques, pero un gran alivio para las familias. Mientras, el presidente del Gobierno anunció ayer que el 2 de mayo se podrá salir a pasear en familia o a hacer deporte de modo individual. A su vez, el President Quim Torra le presentará hoy en la reunión telemática entre Pedro Sánchez y los presidentes autonómicos un plan de desconfinamiento para Catalunya que han elaborado conjuntamente las Conselleries de Salut e Interior siguiendo los informes del equipo de expertos encabezados por el investigador Oriol Mitjà. Aunque no haya nada en firme, lo que parece seguro es que si no hay un rebrote de cierta enfermedad, en cuestión de semanas se podrá recuperar, paulatinamente, la normalidad. O, por lo menos, se acabará el encierro forzoso. Eso sí, sin bajar la guardia. En los más de setenta municipios de las comarcas de Lleida en los que no consta ningún positivo de la enfermedad, aseguran que no se han relajado en las medidas de seguridad para prevenir contagios, porque se es muy consciente de que todos tenemos números en la lotería epidemiológica y no hay que tentar a la suerte.

Confinamiento en soledad En las comarcas de Lleida hay 51.000 hogares unipersonales. El confinamiento, para estas personas que viven solas, está resultando muy duro, especialmente entre los mayores y los que están enfermos. Los psicólogos alertan de que el miedo y la incertidumbre pueden favorecer la aparición de cuadros depresivos leves, por lo que recomiendan seguir una rutina, hacer algo de ejercicio y mantener el contacto con el mundo exterior para no quedar aislados.