EDITORIAL
No es un juego de niños
Tras seis semanas de cuarentena, los menores de catorce años ayer pudieron volver a pisar la calle. En teoría se trataba de una salida controlada en la que un máximo de tres niños acompañados por un adulto podían pasear un kilómetro alrededor de su casa durante una hora y sin tener contacto físico con otros transeúntes. La realidad, sin embargo, es que muchos hicieron caso omiso a las recomendaciones de las autoridades, sobre todo en las grandes ciudades. Niños con los dos progenitores, personas adultas paseando sin que se estuvieran haciendo cargo de un menor, familias enteras quedando con otras para jugar juntos al fútbol en los parques... Que el primer día se pasara del confinamiento total a la ocupación masiva del espacio público llevó al President Quim Torra a recordar en plena reunión telemática con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que seguimos en estado de alarma y que hay que extremar las precauciones. “Mascarillas, distancias de seguridad y evitar los grupos. La salud de todos está en juego”, recordó desde su cuenta de Twitter. El descontrol de ayer preocupa porque en menos de una semana se ha previsto que las familias podrán salir a pasear y se permitirá practicar deporte de manera individual. Habrá que hacer mucha pedagogía para evitar el temido rebrote que nos volvería a confinar. Depende de todos. Ayer las redes sociales hirvieron con fotos de denuncia. Esperemos que las autoridades tomen nota y actúen en consecuencia.
Los notarios se ponen al día La pandemia ha incrementado en casi un 40% los decesos en las comarcas de Lleida. En muchas ocasiones se trata de muertes sobrevenidas en las que ni tan siquiera ningún familiar o allegado se puede despedir del finado y dar fe de sus últimas voluntades. El Colegio del Notariado ha pedido al ministerio de Justicia poder validar documentos durante la crisis sanitaria, como los testamentos, por videollamada hasta que se levante el estado de alarma, ya que el decreto solo permite a estos profesionales actuar en casos urgentes. Parece una petición razonable y que se ajusta a las necesidades del siglo XXI.