EDITORIAL
Ni rastro de los rastreadores
Vivimos en un permanente déjà vu, pero volvemos a tropezar con todas las piedras que la pandemia nos pone en el camino. En la primera oleada del virus los países que, como Corea o Alemania, optaron por hacer test masivos para detectar a pacientes asintomáticos y aislarlos tuvieron mejores resultados que los que no dispusieron de pruebas, como España. Ahora que sí que se dispone de test, el problema es que no hay rastreadores para hacer un seguimiento de los contactos de los positivos. La recomendación es que haya una veintena por cada 100.000 habitantes, por lo que en la región sanitaria de Lleida harían falta como mínimo 40. La realidad, sin embargo, es que solo hay 15 detectives sanitarios. Expertos y sindicatos alertan de que esta cifra es insuficiente para tener los casos controlados. La Generalitat anunció que se contrataría a 500 profesionales para toda Catalunya y, además, se buscan voluntarios entre los alumnos de tercero de Enfermería y quinto de Medicina de la Universitat de Lleida. Con otros 154 contagios registrados ayer y 139 pacientes hospitalizados, parece que se ha llegado tarde. Y no lo decimos nosotros, sino la presidenta de la junta de personal de Atención Primaria y del sindicato Satse, Sandra Maria. Además, aunque ya se han hecho 1.500 pruebas PCR en empresas frutícolas del Segrià, el seguimiento es muy complicado entre los temporeros sin residencia fija, que se mueven por los diversos pueblos del Baix Segre y Baix Cinca, ajenos a fronteras administrativas. La falta de rastreadores es solo una de las muchas piezas del puzle que hay que encajar en esta grave crisis sanitaria que ha obligado a reconfinar parte del Segrià y a establecer medidas restrictivas en otras poblaciones de esta comarca y de la Noguera.
Llamada a la unidad
Después de la reunión telemática de alcaldes de la Noguera y el Segrià afectados por las nuevas restricciones de Salud con el president de la Generalitat, la consigna fue de unidad. Y es que en plena pandemia, costaría de entender que las diferencias políticas contribuyeran a despistar aún más a la sufrida población.