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Ya se esperaba que los datos económicos del segundo trimestre fueran malos, pero el desplome ha sido espectacular, el mayor de la historia española desde la Guerra Civil, con una caída de la actividad del 18,5 por ciento, que junto al descenso que ya tuvimos en el primer trimestre nos coloca en la más que prevista fase de recesión y deja la tasa interanual en un negativo 22 por ciento que tampoco tiene precedentes. Los datos corresponden a la etapa más dura de la pandemia con el confinamiento y la paralización de los sectores no esenciales y son sensiblemente peores que los retrocesos de Francia, un 13,8 por ciento, o de Alemania, un 10,1, por la mayor dependencia de la economía española de los servicios y un confinamiento más severo que conllevó la práctica paralización de la actividad. Bajan todos los sectores, incluida la inversión, con un 22 por ciento, y las exportaciones, que caen un 33, y lo único bueno que se puede deducir es que lo peor ya ha pasado y que los datos del tercer trimestre no serán tan negativos aunque también se notará la debacle del turismo. Habrá que ponerse las pilas y hacer realidad lo que hace semanas que predican los expertos: tenemos que aprender a convivir con el virus porque la vacuna aún tardará y la economía no puede seguir paralizada. Con todas las precauciones que sean necesarias y con toda la responsabilidad individual y colectiva, pero si queremos impedir el mayor crac económico, laboral y social de la historia habrá que facilitar la reanudación de las actividades productivas.

La ausencia de Torra El ciudadano Torra está en su derecho de no debatir con el presidente del Gobierno y los presidentes autonómicos, ni querer una foto con el rey, pero el presidente de la Generalitat tiene que asistir a una reunión en la que se decide la cogobernanza de los fondos comunitarios y la reconstrucción tras la pandemia. Para exigir, reclamar y hasta enfadarse si hace falta, pero no puede dejar la silla vacía. A veces hay que ir a reuniones que no te gustan y siempre puede fijarse en el modelo vasco: Urkullu fue a la reunión tras haber conseguido lo que reclamaba.

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