EDITORIAL
Pruebas PCR masivas
Tras constatar que la campaña de cribaje que está llevando a cabo la Generalitat en Catalunya ha servido para estabilizar la curva de contagios de la Covid-19, Salud ha decidido extender la metodología con el objetivo de detectar casos asintomáticos de coronavirus. Si bien la Generalitat no ha especificado todavía dónde harán estos tests masivos PCR, todo apunta a que serán dos barrios de Barcelona los escogidos, este fin de semana. Es lógico que donde hay más habitantes se hagan más tests. Pero cómo recordó el martes el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, Lleida sigue teniendo el doble de índice de rebrotes que la propia Ciudad Condal y, por tanto, sería conveniente que alguno de estos exámenes generalizados se hicieran en puntos calientes de Ponent. La capital del Segrià, seis municipios del Baix Segre y toda Lleida en general han hecho un ingente esfuerzo y un acto de responsabilidad colectiva para diezmar la pandemia, pese a que parte del problema se podía haber evitado con una mejor planificación, sobre todo de la campaña de temporeros, pero también de los contagios comunitarios en general, y sería oportuno que reciba una atención personalizada por parte de Salud. Es cierto que se hicieron tests en Torregrossa y Sunyer, pero la recolección de la pera y la manzana están ya sobre la mesa y es obligado hacer estos cribajes en las zonas que más peligro corren de contagio con el contingente de más de 12.000 personas que proceden de lugares diversos, que tienen cada día mucha movilidad y que no siempre pueden guardar las distancias, ni en el campo ni en sus viviendas. Las pruebas masivas son sin duda la mejor solución para que lleguemos a otoño con una situación estable y sin gran presión asistencial sobre los hospitales y CAP, pero evidentemente deben ir acompañadas de otras medidas. De nada servirá saber cuántas personas están contagiadas sin poder garantizar el aislamiento de estos ciudadanos, y para que esto sea posible se requiere la complicidad de muchos ámbitos. El sanitario, para la detección y seguimiento; el personal, para ser conscientes de lo vital que es hacer la cuarentena en condiciones y el laboral, para garantizar la baja y las retribuciones de los afectados. Lleida ha pagado cara la falta de preparación de escenarios anunciados y es de recibo que se cuide ahora al máximo su contención y posterior recuperación.