Prohibiciones y responsabilidad

El Ministerio de Sanidad y las comunidades autonómicas acordaron el viernes once nuevas medidas para intentar atajar el continuo aumento del número de contagiados por coronavirus. Las más llamativas son la prohibición de fumar en la vía pública si no puede mantenerse la distancia de dos metros con otras personas, la imposición del cierre obligatorio de terrazas, bares y restaurantes a la una de la madrugada, o la clausura de las discotecas, que en Catalunya ya estaba en vigor. Habrá que ver cómo se aplican y cuál es su efectividad real. Porque una cosa es la teoría y otra la práctica. Por ejemplo, en el caso del tabaco, la prohibición está prevista cuando no pueda mantenerse la distancia social. Ahora bien, guardar dos metros, o como mínimo un metro y medio, entre personas que no forman parte del mismo grupo familiar o de convivencia ya era obligatorio en múltiples actividades. En muchos casos se ha cumplido, pero en algunos no, y lo cierto es que la actividad inspectora por parte de las autoridades ha sido mínima o sencillamente inexistente. Entre las once nuevas medidas también figura el veto a los botellones y, de hecho, en las últimas semanas diversas comunidades y ayuntamientos ya habían anunciado su prohibición tras la difusión de imágenes en las que podían verse a decenas o cientos de jóvenes haciendo botellón sin mascarilla y sin ni mantener ningún tipo de distancia. Sin embargo, el consumo de alcohol en la vía pública es una práctica que está prohibida desde hace años en numerosas autonomías y municipios, entre estos Lleida ciudad. La conclusión es obvia, aprobar una norma debe implicar que las autoridades adopten las actuaciones necesarias para hacerla cumplir, si no su eficacia será limitada. Ello no es óbice para instar a todos los ciudadanos que actúen con la máxima responsabilidad, porque esta es la mejor manera para evitar la propagación del virus y porque resulta preferible continuar haciendo la actividad habitual con mascarilla, manteniendo la distancia y con una adecuada higiene de manos que tener que estar confinados en casa o en un municipio. Y por último, hay que pedir, por un lado, a la administración que sea diligente en la práctica de pruebas a todos los casos sospechosos y en el rastreo de contactos de los positivos, y por el otro, a los ciudadanos que colaboren facilitando este trabajo y cumpliendo la cuarentena si están afectados.