EDITORIAL
El repunte de Lleida y las terrazas
El Govern publicó ayer una resolución en el Diario Oficial de la Generalitat de Catalunya en la que prorroga las medidas restrictivas para los próximos 15 días en Lleida, Alcarràs, Aitona, La Granja d’Escarp, Seròs, Soses y Torres de Segre ante la situación epidemiológica derivada de la pandemia de coronavirus. Así, mantiene la prohibición de las reuniones de más de 10 personas en el ámbito público y privado, la limitación del aforo de actos religiosos al 33% y la limitación del 50% en el interior de bares y restaurantes. No obstante, en esta resolución el Govern incorpora la limitación del 50% también en el aforo de las terrazas, que hasta ahora podían abrir en su totalidad manteniendo la distancia de seguridad entre las mesas. En la primera parte de las medidas poca cosa hay que objetar, el freno a las interacciones sociales es obligado y necesario y debe incluir a todo el territorio catalán, en aras de frenar la curva y afrontar con un mínimo de garantías la vuelta masiva al trabajo, y a partir del 14 de septiembre a las aulas. Lo que parece ya mucho más discutible es la limitación añadida de las terrazas en estos municipios del Baix Segre. Es cierto que los índices de rebrote de la región sanitaria de Lleida y del Pirineo son los más elevados de Catalunya, pero ni muchísimo menos se puede comparar con la situación de julio, ni en contagios generalizados ni en presión asistencial. Volver a limitar ahora las terrazas y solo en estas poblaciones parece, como mínimo, discutible. Desde la Federación de Hostelería de Lleida se han mostrado “sorprendidos e indignados” por la publicación de la resolución sin que los establecimientos hayan sido informados por las autoridades y lamentan que el sector en estas poblaciones “se siente castigado de nuevo”. Todas las comparaciones son odiosas y no vamos a detallar aquí todas las poblaciones de Catalunya que tienen peores índices que los arriba citados de Ponent, pero sí que reivindicamos una aproximación y mayor información al territorio antes de dictar medidas que perjudican a muchos negocios que ya están amenazados de ruina por la pandemia. Llevamos muchos días, tanto desde esta sección como desde las administraciones, pidiendo aunar la salud pública y la economía hasta que llegue la vacuna y esta nueva restricción a los mismos municipios que en julio se nos antoja prematura y a día de hoy exagerada.