EDITORIAL
Equilibrio y sentido común
El impacto de la Covid está provocando un cambio de hábitos y también de destinos para las vacaciones y los días de ocio y se ha constatado como han aumentado los visitantes en las comarcas pirenaicas mientras ha descendido el turismo de playa, que no ha llegado a las masificaciones de otros veranos. Ya está bien que se redescubra la naturaleza, que se valoren los paisajes pirenaicos y se recupere el turismo rural, e incluso que aumente el censo de los pueblos con gente que se escapa de las ciudades, pero tampoco podemos sustituir una masificación por otra y las imágenes de las pasarelas de Mont-rebei atestadas, de las colas para subir a la Pica d’Estats o los aparcamientos saturados en las proximidades de zonas con encantos naturales tampoco son positivas, ni para el mantenimiento de las precauciones sanitarias ni para la preservación de estos parajes. Los ayuntamientos afectados por el éxito de Mont-rebei han reclamado una regulación para acceder a los aparcamientos existentes y tras las imágenes de la Pica d’Estats saturada por excursionistas también los responsables del Parc Natural de l’Alt Pirineu, el ayuntamiento de Alins y la entidad de Àreu han pedido una regulación para los accesos, mientras la Federació d’Hostaleria critica las posibles restricciones y explica que las masificaciones han sido puntuales y, en el caso de la Pica, reducida al puente de la Diada, recordando que los visitantes representan un motor para la economía de estas comarcas. Casos similares pueden repetirse, si la meteorología acompaña, con el inicio de la temporada boletaire, con proliferación de vehículos aparcados en pistas de acceso al bosque y a falta de normativas específicas habrá que pedir sentido común y un cierto equilibrio. De entrada, hay que respetar las cuestiones de seguridad, no interceptar caminos ni accesos y exigir que quien quiera subir un tres mil vaya convenientemente equipado y después valorar específicamente cada caso para conocer cuándo las masificaciones son puntuales o se han convertido en crónicas y actuar en consecuencia. En los parques nacionales como Aigüestortes hubo que restringir los accesos para preservar el medio ambiente y tal vez haya que tomar medidas similares en otros puntos, pero tampoco podemos olvidar que estamos haciendo campañas para captar turistas nacionales para nuestras comarcas. Hay que buscar un equilibrio en el que nadie salga perdiendo.