EDITORIAL
Secuelas cognitivas de la Covid
El empeoramiento de la situación epidemiológica de la Covid ha obligado a los gobiernos a aplicar otra vez restricciones, y hay personas que desconocen cómo afrontar esta situación que provoca tanta incertidumbre, ansiedad, enfado y tristeza. “Lo primero que hay que hacer es aceptar la situación, vivir el presente, expresar todas las emociones y no perder el contacto social”. Así resumen los psicólogos la mejor actitud para hacer frente a esta seguna ola de contagios, que además de secuelas sanitarias acarrea muchas otras de económicas y psicológicas. Y ante esta cadena de frustaciones colectivas hay varios grupos, desde los que optan por negar la gravedad del coronavirus, los que se creen innmunes y eluden cumplir las normas agrupándose en fiestas o encuentros de muchas más personas de las permitidas o recomendadas, hasta los que, por el contrario, cada vez se aíslan más y hacen de salir a la calle o reunirse con cualquier persona ajena a su burbuja un auténtico problema. Todos los extremos son nocivos para nuestro equilibrio mental y conviene encontrar el punto medio entre el respeto que hemos de tener todos a un virus que ha causado la muerte de más de un millón de personas y afectado en mayor o menor medida a otros 40 millones, y una cotidianidad lo máximo de normal posible. La armonía entre prevención y una naturalidad responsable son sin duda las claves para superar esta etapa sin graves secuelas cognitivas.
Al año de las lluvias torrenciales Arbeca y L’Albi son dos de los municipios de Les Garrigues más castigados por la gota fría Dana del 22 de octubre del pasado año, aunque no los únicos, y todavía esperan a día de hoy las ayudas que los gobiernos catalán y español les ofrecieron de forma inmediata. Es cierto que ha sido un año para olvidar con tantos problemas como días, pero no es menos verdad que las administraciones en demasiadas ocasiones prometen mucho y luego el cobro de estas indemnizaciones llegan muy tarde y en menor cuantía de lo anunciado, o con tantas trabas burocráticas que hacen inviable tramitarlas. Lamentable.