EDITORIAL
Tiempos de (más) responsabilidad
Después de cinco largas semanas de reconfinamiento, con bares, restaurantes, gimnasios y locales culturales como cines y teatros cerrados, hoy recuperaremos una cierta normalidad. A partir de las 6.00 horas, los establecimientos del sector hostelero pueden reabrir, aunque con notables restricciones de aforo, hasta una temprana hora de cierre (21.30 h) para poder respetar el toque de queda. También espacios culturales podrán retomar su programación, con el hándicap de que, de viernes a domingo, solo podrán recibir público de su municipio, lo que reducirá a buen seguro sus ingresos (ya mermados por la reducción de capacidad), a la vez que priva a los vecinos de pueblos pequeños de poder disfrutar de actividades relacionadas con el cine, teatro o música. Sea como sea, la desescalada empieza a tomar forma gracias a la mejora paulatina de los datos epidemiológicos, que, pese a ser buenos, no son ideales. Es por ello que, una vez más, todos y cada uno debemos intentar retomar poco a poco la normalidad sin bajar ni un ápice la prevención y la prudencia, porque de nuestro comportamiento depende que la evolución siga la tónica positiva. Hoy damos cuenta de que, desde el día 25 de octubre, en que está en vigor el toque de queda, la Guàrdia Urbana de Lleida ha impuesto más de 220 multas y ha cerrado nueve locales por incumplir la normativa sanitaria, o sea, por actuaciones irresponsables. A partir de hoy, policías, agentes cívicos y técnicos velarán para que se cumplan las nuevas normas. Por supuesto que es imposible que este control llegue a todos los rincones, por lo que es indispensable que todos y cada uno demos muestras de madurez para preservar la salud de la comunidad.
Vive y deja vivir Ayer informábamos de que una joven leridana había logrado que el Registro Civil haya reconocido su verdadera identidad de género, a la vez que en otra noticia dábamos cuenta de la brutal agresión a una trans en Barcelona. Nos alegramos del primer caso y lamentamos el segundo, que sería inimaginable si simplemente todos siguiéramos el lema que anima a vivir y dejar vivir.