Llega la vacuna

El ministro de Sanidad británico confirmó ayer que Gran Bretaña comenzará la próxima semana a vacunar a sus ciudadanos de riesgo contra la Covid-19 después de que la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido diera su visto bueno a la vacuna desarrollada por el consorcio de Pfizer y BioNTech con una efectividad del 95 por ciento, sumándose así a los procesos que ya han empezado otros países como Rusia o China. El Reino Unido, que con Boris Johnson ha llevado una política más bien errática en la lucha contra la pandemia, se convierte así en el primer país de la Europa occidental que suministra vacunas con el aval de su agencia evaluadora, que certifica que “la vacuna cumple con los estrictos niveles de seguridad, calidad y efectividad” con una aprobación que se ha hecho “sin omitir procedimientos”. ¿Por qué Inglaterra puede suministrar unas vacunas que en el resto de Europa aún tendrán que esperar hasta final de mes? Sencillamente porque Londres ha empezado a aplicar el Brexit, ha preferido que sea su propia agencia la que apruebe la vacuna y no la entidad europea, que lleva un proceso más lento, y porque se ha acogido a la situación de emergencia sanitaria entendiendo que son más los beneficios del nuevo producto que los riesgos que entraña. No es momento de carreras y lo importante es que la vacuna sea efectiva, que se establezca la logística necesaria para su suministro correcto y que haya la cantidad necesaria de vacunas para atender toda la demanda, y esto en principio parece garantizado porque Londres ya tiene 800.000 dosis que han sido testadas y podrá disponer de hasta 40 millones a principios del próximo año, y se ha equipado 50 hospitales de congeladores para mantener las vacunas a 70 bajo cero como necesitan para ser efectivas. Es una excelente noticia porque abre la puerta a una solución a la pandemia que ha asolado el mundo y porque después del Reino Unido vendrá Europa, que ya tiene las vacunas compradas, y que solo espera a que la Agencia Europea, que requiere más controles, apruebe su autorización. Después de nueve meses de calvario, todos podemos esperar unas semanas a que se completen todas las pruebas y lo importante ahora es mantener las precauciones en unos momentos que en España se complican con el puente festivo para no echar por tierra el esfuerzo hecho. Pero la vacuna ya trae un soplo de esperanza.