EDITORIAL
Día de la vacuna
Una mujer inglesa de 90 años, Margaret Keenan, se convirtió ayer en la primera persona vacunada contra la Covid-19 en Europa occidental, y le seguirán pacientes de más de 80 años y personal sanitario en la campaña que ha iniciado el Reino Unido y continuará en el resto de Europa en cuanto la Agencia Europea del Medicamento dé el visto bueno al fármaco que ha elaborado Pfizer. También ayer confirmó la revista especializada The Lancet que la vacuna elaborada por Oxford ha superado las pruebas con una eficacia del 90 por ciento, después de los ensayos efectuados con 23.745 pacientes, con la ventaja respecto a otras vacunas que tiene más capacidad de producción, es más barata y es más fácil de conservar y transportar, sin las exigencias de mantenerla a -70 grados de la elaborada por Pfizer. Aunque el Reino Unido haya querido convertir el Día de la Vacuna en un gesto propagandístico aprovechando el Brexit y su emergencia sanitaria, no se trata de convertir la lucha contra el Covid en una carrera de países ni de farmacéuticas, porque estamos hablando de una pandemia que ya ha provocado millón y medio de muertos en el mundo con una crisis que no tiene más parangón que el desastre de las guerras mundiales. Y de la misma forma que lamentamos en su momento la inoperancia de las organizaciones mundiales en controlar el foco y evitar su propagación, ahora hay que felicitarse por la rapidez con que los investigadores han encontrado una vacuna y han conseguido ponerla en el mercado. La Agencia Europea del Medicamento aún tardará unas semanas en conceder los preceptivos permisos porque intervienen varios países en su comprobación, pero es importante que ya hay un calendario fijado, una logística desplegada y unas vacunas que en todos los ensayos han mostrado fiabilidad, efectividad y seguridad. Ahora hay que trabajar para superar las reticencias que parte de la población ha mostrado hacia las vacunas, porque cuanto mayor sea el colectivo inmunizado, más garantías habrá de controlar la pandemia y hay que insistir en que los productos que salen al mercado han superado todas las pruebas y todos los ensayos, que su seguridad está contrastada por los laboratorios, las agencias especializadas y por analistas independientes. En principio son necesarias dos dosis en el plazo de cuatro semanas, pero todo apunta a que estamos en la cuenta atrás para salir del túnel.