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Como era previsible, se ha agotado el plazo para presentar candidatos a la presidencia sin que ningún grupo presentara aspirante tras la inhabilitación de Torra, y el president del Parlament ya lo ha notificado al vicepresident Aragonés para que, siguiendo el calendario, hoy convoque las elecciones catalanas que se celebrarán, si el Covid no lo impide, el próximo 14 de febrero. Ha sido una de las legislaturas más convulsas, marcada primero por el procés y las consecuencias jurídicas y políticas con la aplicación del artículo 155, que derivó en la convocatoria electoral, y después por la irrupción de la pandemia del coronavirus, que ha provocado que durara más de lo previsto y llegara hasta los tres años. Empezó con la sorprendente victoria de Ciudadanos como partido más votado, aunque nunca tuvo posibilidades de conseguir la investidura y ni siquiera lo intentó, y la polémica sobre la investidura porque los sucesivos candidatos de JxCat chocaron con la interpretación de la legalidad, y ni Carles Puigdemont, ni Jordi Turull, ni Jordi Sànchez pudieron acceder a la presidencia, que finalmente recayó en Quim Torra, que asumió el cargo como “presidente vicario”. Su mandato estuvo marcado por el activismo que le había caracterizado en su trayectoria anterior, y la colocación de una pancarta en favor de la libertad de los presos en plena campaña electoral en marzo de 2019, desautorizada por la Junta Electoral, provocó otra causa judicial por desobediencia que acabó en septiembre de 2020 con la inhabilitación de Torra como presidente cuando ya había dado meses atrás la legislatura por agotada. En medio, la condena de los dirigentes del procés provocó una auténtica convulsión social con protestas masivas y quiebra de las relaciones con el gobierno de Madrid. Y para rematar una legislatura tormentosa, los primeros casos de Covid en marzo de este año derivaron en una auténtica emergencia social y política, que evidenciaron profundas diferencias entre los dos socios de gobierno, con estrategias diferentes tanto en las medidas a tomar como en las relaciones con Madrid: ERC apoya los presupuestos y el grupo de JxCat se escinde entre puigdemontistas y el PDeCAT, con una crisis de gobierno que provoca la salida de Àngels Chacón. Ayer se puso fin a una legislatura que llevaba meses agotada y ni siquiera tenemos la certeza de si podremos votar el 14-F. Pero todo apunta a que saldrá un panorama parecido al actual.

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