EDITORIAL
Hay que confiar en las vacunas
Usuarios y personal de las residencias de Balàfia I en la capital y Nostra Senyora de Ribera en La Pobla de Segur serán hoy los primeros en recibir la vacuna contra la Covid en Lleida. En toda Catalunya, está previsto administrar la primera dosis de la vacuna de Pfizer a 1.595 residentes y trabajadores de nueve geriátricos en el día en que se inicia la campaña de vacunación en toda la Unión Europea, unas semanas después de que ya haya comenzado en otros países, como EEUU y Reino Unido. La celeridad con que se ha desarrollado esta vacuna, así como la de Moderna –que también ha comenzado a distribuirse– y unas cuantas más que están a punto de ser comercializadas, ha sido sorprendente, porque lo habitual era que desde el inicio de la investigación hasta la comercialización transcurrieran varios años. Por poner un ejemplo ilustrativo, es como si la duración del viaje en AVE de Lleida a Barcelona pasara de los 55 minutos actuales a solo 15 prácticamente de la noche a la mañana. Esto genera ciertos recelos entre la ciudadanía, pero como señalan científicos expertos en la materia, hay varios factores que avalan que son efectivas y seguras, y que explican por qué han podido fabricarse con tanta rapidez. Uno de ellos es que las vacunas están siguiendo todas las fases obligatorias de desarrollo en el laboratorio, ensayos con animales y diferentes fases de pruebas con humanos y, además, estas últimas con más voluntarios que nunca debido a la dimensión mundial de la pandemia. Precisamente, que haya afectado a todo el planeta y que los países más desarrollados, con EEUU a la cabeza, sean algunos de los que más la estén sufriendo desde sus inicios, ha provocado que los recursos y el número de científicos movilizados para lograr una vacuna hayan sido estratosféricamente mayores que para cualquier otra enfermedad. A la vez, las agencias reguladoras que deben darle el visto bueno final han agilizado los trámites hasta extremos nunca vistos, ya que antes podían tardar incluso años en hacerlo. Por todo eso hay que confiar en las nuevas vacunas y hay que esperar que el grueso de la población pueda ser inmunizada lo antes posible. Claro está qué habrá que ver si las mutaciones que sufre el virus merman o no la efectividad de esta y otras vacunas, o cuál es la duración de la inmunidad que otorgan, pero la historia demuestra que son la mejor arma para combatir las enfermedades.