Un deber cívico

Al margen de las dificultades que van surgiendo como los problemas logísticos que han retrasado la distribución de vacunas y el positivo que ha dado una de las enfermeras que suministró la primera vacuna en Lleida, la campaña de inmunización contra la Covid-19 sigue adelante y hoy está previsto que comience la vacunación masiva en las residencias elegidas. En el Reino Unido ayer ya se suministró la segunda dosis a Margaret Keenan, la primera persona en recibir la vacuna de Pfizer, con lo que ya tiene garantizada su inmunidad frente al virus, y al haber empezado antes la campaña ya ha beneficiado a más de 520.000 personas, de las que 370.000 tienen más de 80 años, en una forma de preservar la salud de quienes tienen más riesgo, los de más edad, que también se aplicará en España. En estos momentos en que comienza a verse la luz al final de un túnel que lleva prolongándose más de ocho meses, hay que insistir por una parte en mantener la prudencia aunque el fin de año invite a la interacción social, y por otra, en apoyar la campaña de vacunación porque es la forma más eficaz de combatir la pandemia. Frente a los críticos que denuncian una campaña política y los escépticos que dudan de su eficacia, hay que insistir en que estamos ante una emergencia sanitaria, que al margen de los colores políticos todos los países respaldan la vacunación y que sería un error instrumentalizarlo partidistamente. Y por otra parte, hay que recordar que la vacuna ha superado todos los controles farmacéuticos y sanitarios, con una efectividad superior al 90 por ciento y con más pruebas que otros productos que llevan años en el mercado y que, cuantos más personas puedan acceder a la vacuna, antes y mejor podremos acceder a la denominada “inmunidad de rebaño” que puede devolvernos a la normalidad porque, aunque siguiera circulando el virus, no padeceríamos síntomas. Las posibles incidencias tras vacunarse, que algunos han magnificado, son consecuencia de alergias y también se pueden producir con otros fármacos, y lo importante de la vacuna es que genera anticuerpos para combatir el virus, por lo que los expertos insisten en que cuantas más personas se vacunen más vidas salvaremos. Se ha hecho un esfuerzo descomunal para conseguirla en menos de un año y ahora, aunque no sea obligatoria, tenemos la obligación de aprovechar un producto que salvará vidas y combatirá la pandemia.