2021, el año de la necesaria remontada

El 2021 que hemos comenzado abre la esperanza de que la evolución de la pandemia por fin remita, más gracias a la vacuna que a los indicadores de contagios y rebrotes, que, de momento, distan mucho de ser positivos. Tras 10 meses de sufrimiento colectivo, sobre todo sanitario y especialmente para las personas que han perdido seres queridos o que han padecido el coronavirus, llega el momento de intentar remontar, tarea que no será fácil pero de cuyo éxito dependerá nuestro bienestar personal y comunitario. Esta no es una crisis que ataña solo a un país o nación, la Covid-19 ha arruinado a medio mundo y sus secuelas emocionales y económicas repercutirán en todo el planeta. A nivel individual solo cabe pedir un último esfuerzo a todos los leridanos, que con resignación y disciplina han soportado los envites de toda índole que el año pasado nos trajo. Es cierto que no todo el mundo ha asumido como propia la responsabilidad de evitar los contagios a toda costa, y que probablemente en los próximos días aún suframos un repunte de casos precisamente por esta falta del deber compartido. Pero sería injusto que, por unos pocos, dejáramos de alabar el gran compromiso para frenar la pandemia del conjunto de Ponent, Pirineo y Aran. Con la llegada de las vacunas en este primer semestre del nuevo año llegará una inmunidad de rebaño suficiente para diseñar una hoja de ruta que haga posible recuperar más rápido que en 2008 el crecimiento económico. Lleida, para esta tarea, parte con una ventaja en relación con otros territorios, su base económica agroalimentaria es de las menos perjudicadas por la crisis y sus principales empresas aportan un valor añadido a los productos de proximidad, cuyo aprecio es sin duda una de las pocas buenas noticias que nos ha traído el año más aciago de nuestras vidas. Servicios y turismo, muy maltrechos por las obligadas restricciones, deberán contar con todas las ayudas posibles para seguir la senda del crecimiento que con tanto esfuerzo las comarcas de Lleida, sobre todo las de montaña, habían logrado consolidar. Y para finalizar, las diferentes administraciones no deben olvidar a todos los sectores vulnerables que con la Covid han visto diezmar su bienestar social.

Esperanza global Este año también puede traernos a nivel mundial un poco más de sosiego por el fin del desastroso mandato de Donald Trump en EEUU, el divorcio pactado del Brexit británico y la sensibilización que el coronavirus ha aportado a la importancia de hacer más sostenible el planeta. Sin olvidar que Catalunya volverá a las urnas en breve, lo que siempre es una buena noticia para una nación que hace de la democracia su principal bandera.