Situación mala, pero no descontrolada

El secretario de Salut Pública de la Generalitat, Josep Maria Argimon, dijo ayer que el Govern se da tres semanas de plazo para ver si la evolución de la pandemia en Catalunya permite mantener las escuelas abiertas o bien hay que cerrarlas. “Si en tres semanas no podemos tener las escuelas abiertas, cerraremos”, afirmó tras avisar de que la previsión es que la situación epidemiológica empeore en las próximas semanas. Bien, pues démonos estas tres semanas porque los índices de ayer, si bien evidentemente no son buenos, tampoco son tan catastróficos como para avanzar medidas más drásticas. En las últimas 24 horas se han registrado 3.995 contagios y 42 muertes y más del 10% de test dan positivos en Catalunya, aunque la velocidad de propagación del virus baja ligeramente y se sitúa en 1,46. El riesgo de rebrote del coronavirus ha subido 29 puntos y se sitúa en 615. También aumenta la cifra de ingresados en las UCI de los hospitales catalanes; 12 más que el día anterior y ya son 429. De hecho, estas cifras son muy similares al momento álgido de la segunda ola y ya reflejan el efecto Navidad. Por tanto, intentemos cumplir a rajatabla las indicaciones sanitarias dictadas por el Govern, guardemos escrupulosamente las distancias, mascarillas y evitemos las interacciones sociales fuera de nuestra burbuja de convivencia porque lo que hemos aprendido en estos más de diez meses de pandemia es que los EPI de los que disponemos y el esfuerzo y capacidad de la sanidad pública han de ser suficientes para llegar a la inmunidad de rebaño sin el desastre que supondría económica y socialmente otro confinamiento total. Es cierto que autonomías y países de nuestro entorno están tomando medidas más drásticas y que “cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”, pero también lo es que nadie ha encontrado una fórmula efectiva al cien por cien y que cada administración debe adaptarse a las circunstancias de su sistema sanitario y posibilidades económicas. No avancemos escenarios y confiemos en que nuestra responsabilidad colectiva y la llegada de la vacuna nos permitan superar esta pandemia más pronto que tarde.

Vacunas para los europeos La Unión Europea ha llegado a un acuerdo con Pfizer y BioNTech para la compra de 300 millones de dosis adicionales de su vacuna contra la Covid-19, duplicando la cantidad de dosis que suministran estas farmacéuticas, según confirmó ayer la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Este total de 600 millones de vacunas han de servir para conseguir una inmunidad del 80% entre los ciudadanos de la Unión, lo que sin duda es la mejor noticia de este año que arrancamos.