SEGRE

Creado:

Actualizado:

Después de tres semanas de vacaciones, las escuelas han vuelto a abrir con normalidad pese a la Covid y el impacto del temporal de nieve y frío. Es una buena noticia porque además el siete por ciento de alumnos que no han podido acudir a las aulas ha sido por problemas en el transporte, que ha afectado a las cinco comarcas leridanas más castigadas por Filomena y que previsiblemente hoy recuperarán la normalidad. Es evidente que, como decía el conseller Bargalló, hay incertidumbres que se mantendrán mientras dure la pandemia, pero no son más, ni más complejas en las escuelas que en el conjunto de la sociedad y es positivo que no se haya contemplado en ningún momento la posibilidad de cerrar las escuelas. Mantenerlas abiertas y con la actividad normal es lo correcto desde un punto de vista pedagógico después de las anomalías del curso anterior y para garantizar una formación correcta, y también desde el punto de vista social, porque aporta una normalidad frente a la pandemia que es de agradecer, y más después de que las cifras en el primer trimestre puedan considerarse positivas. Ayer solo 17 colegios de las comarcas de Lleida permanecieron cerrados y en todos los casos fue por los problemas de transporte que ha generado el temporal de nieve, especialmente en comarcas como Les Garrigues. Algo que sucede cada invierno cuando llega la nieve y las dificultades en las carreteras recomiendan suspender el transporte escolar. Hay que mantener las precauciones y las medidas que han funcionado en el primer trimestre y confiar en que con la campaña de vacunación avancemos hacia un curso más normal que el precedente.

El escándalo de la luz Se intensifica el frío y aumenta automáticamente el precio de la luz cuando más se necesita y más consumimos. Sucedió el viernes y se repetirá hoy con un precio mayorista fijado en subasta superior en un 2,18 por ciento al del día anterior, que tiene un impacto en el recibo final que pagamos los consumidores en torno a un 35 por ciento. Es un sistema enrevesado en el que se incluye el precio mayorista, las tasas por los peajes eléctricos y los impuestos, y en el que tienen un impacto decisivo las empresas eléctricas, que marcan precios a través de subastas y en función de la demanda. El Gobierno se comprometió a establecer una reforma para fijar unos precios más justos, pero ayer la vicepresidenta cuarta Teresa Ribera se limitó a explicar que era un episodio coyuntural que tendrá un efecto limitado en el recibo de la luz, pero lo cierto es que en lo que llevamos de enero el precio por kilovatio/hora ha registrado una subida interanual del 35 por ciento según la organización de consumidores. Un abuso.

tracking