EDITORIAL
Una asignatura pendiente
Es la historia de nunca acabar. La estación de autobuses es, desde hace demasiados años, una de las asignaturas pendientes de la capital del Segrià. A punto de cumplir 50 años, el equipamiento de la calle Saracíbar está muy degradado y no da una buena imagen de Lleida para quienes lleguen a la ciudad en autocar. Estaba previsto trasladarla junto a la estación de trenes, bajo el puente de Príncep de Viana al lado de la avenida del Segre, pero el proyecto, que formaba parte del Pla de l’Estació, había sido aplazado una y otra vez. Cuando queda poco más de un año para que expire la concesión y este equipamiento pase a ser de titularidad municipal, la Paeria ha puesto sobre la mesa la propuesta de una nueva ubicación en el edificio de los Docs y el entorno de la harinera de La Meta, un edificio modernista protegido. Es decir, junto a la estación de trenes, pero en el lado opuesto al previsto inicialmente. La polémica está servida. El PSC presentó un recurso argumentando que el pasado día 20, tras la comisión de Urbanismo ordinaria, se convocó la extraordinaria para el día 22 para abordar esta cuestión y no se hizo referencia a su carácter urgente y, además, se celebró sin que hubieran transcurrido dos días hábiles, como marca la normativa. Finalmente, el gobierno municipal retiró del pleno celebrado el pasado viernes la modificación del Plan General de Ordenación Urbanística para evitar que la decisión fuera impugnada. El alcalde admitió que había motivos para pensar que la comisión fue convocada sin tiempo suficiente y anunció otra para el 5 de febrero. Y de vuelta a la casilla de salida. El periodo electoral puede que no fuera el mejor momento para presentar un proyecto que requiere de grandes consensos de ciudad, pero Lleida no se puede permitir tener una estación de autobuses tan lúgubre y degradada. La actuación propuesta por la Paeria estará financiada por la Generalitat, costará más de 10 millones de euros y no se prevé que salga a licitación antes de finales de este año, por lo que aunque se llegue a un acuerdo no podría inaugurarse hasta mediados de 2023, cuando hará más de un año que la de la calle Saracíbar será de titularidad municipal. Todos los partidos, en el gobierno y en la oposición, deberán poner de su parte para evitar otro aplazamiento. Que los técnicos decidan cuál es la mejor ubicación, pero que se haga.
“Cuánta, cuánta guerra”
El célebre título de Mercè Rodoreda Quanta, quanta guerra resume el trabajo de investigación liderado por Jordi Oliva, Martí Picas y Noemí Riudor que pone nombre a las víctimas de la Guerra Civil que murieron en los campos de refugiados franceses en 1939 y principios de 1940. Víctimas hasta ahora olvidadas en un drama que no cesa.