EDITORIAL
Un derecho restringido en Lleida
El Gobierno despenalizó el aborto en España en 1985, pero hasta 2010 no se aprobó la ley que regulaba el ejercicio de este derecho y que permitía a la mujer ejercerlo hasta la semana 14 de gestación. Sin embargo, en las comarcas de Lleida las mujeres que han optado por interrumpir el embarazo han tenido que contar con el voluntarismo de algunos ginecólogos o desplazarse a Barcelona o Tarragona porque en los centros de Lleida solo se practicaban los abortos farmacológicos o aquellos que implican peligro para la salud de la madre. Periódicamente se han recogido denuncias de colectivos feministas denunciando esta discriminación y hace un año publicamos que ningún centro de Lleida practicaba abortos voluntarios porque la inmensa mayoría de médicos se acogían a la objeción de conciencia, con el resultado de que solo en 2018 más de 480 mujeres tuvieron que desplazarse fuera de nuestras comarcas para poder abortar. Después de movilizaciones en Lleida y en las comarcas del Pirineo, la consellera de Salud, Alba Vergés, compareció ante el Parlament en noviembre admitiendo que “es un derecho que ha costado mucho conseguir y queremos garantizarlo en todo el territorio”, a la vez que admitía que “llevamos tiempo arrastrando el problema y queremos solucionarlo”. Prometió desviar servicios de obstetricia y ginecología del Arnau a los hospitales de Tremp y Vielha, ampliar los servicios en los de La Seu y Puigcerdà y negociar un convenio con un centro privado para garantizar este derecho en Lleida, pero han pasado tres meses y seguimos igual: las mujeres que lo desean siguen sin poder ejercer el derecho al aborto en sus centros de referencia y tienen que seguir desplazándose a Barcelona y Tarragona porque la práctica totalidad de ginecólogos del Arnau, una treintena, se declara objetor de conciencia del aborto quirúrgico y en consecuencia se niega a practicarlo. Ante esta discriminación flagrante, la conselleria de Salud tiene que buscar soluciones porque es una vergüenza que 35 años después de su despenalización sigan sin garantizarse a la sociedad de Lleida los mismos derechos sanitarios que en el resto del país.
La OMS no despeja dudas Después de cuatro semanas en Wuhan, la comisión de expertos internacionales de la Organización Mundial de la Salud despejó pocas incógnitas sobre el coronavirus y su origen. Sí que descarta tesis conspiracionistas al considerar altamente improbable que se escapara de un laboratorio y estima que es de origen animal, probablemente un murciélago, aunque sin identificar la especie, y hasta dudan de que el origen de la epidemia estuviera en el mercado de Wuhan. Habrá que seguir investigando.