EDITORIAL
Aniversario de un año impredecible
El 13 de marzo de 2020, fecha de la que ayer se cumplía un año, el titular que abría la portada de SEGRE anunciaba que “ya” eran 17 los contagios por coronavirus registrados en las comarcas de Lleida después de que en un solo día se sumaran 13. De estos 17, cinco fueron ingresados en el Arnau, aunque ninguno grave, y no había ningún fallecido.
Un año después, y sin que nadie pudiera predecir la terrible evolución de la pandemia, las cifras se han multiplicado hasta llegar a alcanzar niveles estratosféricos y, en estos momentos, señalan que, a lo largo de estos 12 meses, se han detectado en Ponent más de 36.000 infectados y las víctimas mortales superan las 730. Al día siguiente, el 14 de marzo de 2020, el titular de este rotativo era aún más impactante: “Estado de alarma”, anunciando que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, declararía esta medida excepcional en cuestión de horas, que estaría en vigor “al menos 15 días” y que comportaba, además de cerrar bares, restaurantes, espacios de ocio y comercios no esenciales, el confinamiento domiciliario.
Esta medida extrema que, como decíamos tenía una posible caducidad en dos semanas, se prolongó hasta mediados de junio y, en total, fueron 99 días los que nos quedamos en casa demostrando, salvo en contadas excepciones, que la ciudadanía aceptó estoicamente unas limitaciones de todo tipo con el objetivo de frenar una pandemia que azotaba, y por desgracia aún azota, a todo el mundo.. Tras muchos sufrimientos, con una cifra de muertos difícil de asimilar (21.000 fallecidos solo en Catalunya), con un sistema sanitario tensionado hasta el máximo pero que ha demostrado una profesionalidad y una entrega encomiables y con unos costes económicos de magnitud aún incalculable, la situación apunta a una progresiva mejoría, aunque lenta. El punto de inflexión fue el inicio de la vacunación contra la Covid.
A modo de resumen, cabe destacar que en las residencias de Ponent, sector el de los geriátricos de los más castigados en este año inefable, a día de hoy solo hay un positivo, por lo que el virus ya tiene incidencia cero. Sin embargo, la administración de las vacunas va a un ritmo más lento de lo previsto, por los diferentes escollos que se está encontrando, desde el retraso en su suministro por parte de las diferentes farmacéuticas, hasta la imposibilidad de fabricar más recipientes para su conservación.
Pese a ello, son más de 240.000 los ciudadanos de Catalunya que ya están inmunizados y, según la consellera de Salud, Alba Vergés, el 30 por ciento de la población estará en esta misma situación en junio, mientras que en agosto se procederá a las vacunaciones masivas. Confiemos en que estos plazos se cumplan y, mientras, no debemos bajar la guardia porque de la responsabilidad de todos depende superar esta crisis sanitaria.