Relajamiento de restricciones solo a medias

Hoy entran en vigor las nuevas medidas aprobadas por el Procicat la pasada semana a tenor de la leve mejoría de los datos sanitarios y la principal de ellas es el fin del confinamiento comarcal, con lo que se abre la posibilidad de desplazamientos por toda Catalunya. Pero leyendo la letra pequeña queda claro que este relajamiento, en principio en vigor hasta el 28 de marzo, queda notablemente restringido.

Así, esta libertad de circulación solo está permitida de forma individual y para “burbujas” familiares, es decir, a personas que conviven bajo un mismo techo, pero no para grupos de amigos o de compañeros de trabajo. En este sentido, se da la paradoja de que, por ejemplo, es posible cambiar de comarca para participar en competiciones federadas para menores de 16 años pero puede comportar problemas este desplazamiento para visitar a un familiar.

Para controlar que se respetan estas medidas, los Mossos d’Esquadra podrán pedir el certificado de autoresponsabilidad y un justificante explicando el motivo del desplazamiento, además de un “certificado de convivencia” del ayuntamiento correspondiente aunque, por ejemplo, las parejas que no convivan tendrán difícil, por no decir imposible, acreditar su situación. También sorprende que, pese a que hasta ahora Andorra se “incluía” en el Alt Urgell con libertad de movimientos de ambos territorios, a partir de hoy, y pese al fin del cierre comarcal, los vecinos del Principat no podrán desplazarse al resto de Catalunya ni los catalanes, a excepción de los del Alt Urgell, tienen permitido visitar el vecino país, lo que ha motivado las críticas de sus dirigentes políticos.

En definitiva, a partir de hoy podrán abrir, los sábados incluidos, superficies comerciales de hasta 800 metros cuadrados con limitación de aforo, las salas de juego también recuperarán su actividad después de muchos meses, ganarán protagonismo las actividades de cultura popular, las galas o festivales, pero todo ello con una movilidad algo menos reducida que hasta ahora aunque con muchos impedimentos..

Contra la despoblación

La Associació de Micropobles de Catalunya ha puesto en marcha una interesante iniciativa para hacer frente a la despoblación del mundo rural y, a la vez, para ayudar a los refugiados que lleguen a Catalunya huyendo de los conflictos de sus países de origen. Se trata de ofrecerles una vivienda digna durante un año, así como un puesto de trabajo a los miembros de la familia con la colaboración del Servei d’Ocupació de Catalunya (SOC), organismo que asumirá el sueldo.

Con ello se pretende arraigar al municipio a los nuevos vecinos con el objetivo de que se queden allí. Un proyecto positivo con el que ganarán tanto los núcleos, al ver incrementada su población, como los nuevos residentes.