EDITORIAL
Los agricultores van a las urnas
Cerca de diez mil agricultores leridanos, 9.600, están llamados a las urnas para participar hoy y mañana en las elecciones agrarias que deben marcar la representatividad del sector en el conjunto catalán, que es la circunscripción única. La trascendencia de la cita, que se ha abierto al voto electrónico con todas las garantías sanitarias a las que obliga la pandemia, es conocer el grado de representatividad de cada sindicato, que se traduce en la proporción de las mesas de concertación o sectoriales con la administración que deciden los criterios de intervención, de subvenciones y de política agraria.
El peso de Lleida en estas elecciones es proporcional a la incidencia de su sector agrario y representa prácticamente la mitad de los agricultores llamados a votar. Tres sindicatos optan a conseguir esta representatividad con Unió de Pagesos, que en los anteriores comicios, en 2016, ya consiguió la mayoría con el 56,77 por ciento de los votos, Joves Agricultors de Catalunya (JARC), que revalidó su segundo puesto con el 27,60 por ciento de los votos, y Asaja, que se quedó con el 12,73 por ciento de los votos y no superó la barrera del 15 por ciento para entrar en las mesas representativas.
Unió de Pagesos es el sindicato con más tradición y también el más implantado en todas las comarcas catalanas y el más identificado con la lucha agraria catalana, que protagonizó las históricas tractoradas y representa la empresa familiar agraria, mientras que JARC se alinearía en posturas más centristas y representa a sectores más profesionalizados que se podrían identificar con la empresa agraria aunque los dos sindicatos más representativos comparten posturas en la defensa de los precios agrarios o en la necesidad de que la Política Agraria Comunitaria beneficie a los agricultores auténticos y no a los de salón, que siguen recibiendo subvenciones millonarias. De hecho, a nivel estatal, JARC forma parte de la Coordinadora de Organizaciones Agrarias, que Unió ayudó a fundar y después abandonó por discrepancias.
Asaja sería la tercera opción menos ideologizada y que agrupa a propietarios con especial implantación en comarcas como el Segrià y Terres del Ebre y que puede influir decisivamente si supera la barrera del 15 por ciento. Los agricultores tienen la palabra para elegir a sus representantes y es importante que haya una alta participación para reforzar la representatividad y dar más fuerza a los ganadores en los retos que tienen planteados porque lo importante es que puedan conseguir políticas efectivas que favorezcan la repoblación rural, el rejuvenecimiento de la agricultura, la reforma de la política de precios para que no salga perdiendo siempre el productor o una participación efectiva en el diseño de la PAC.
Son viejas reivindicaciones que chocan contra el muro de las administraciones pero en las que tenemos que seguir insistiendo porque sin una agricultura dinámica no hay futuro..