EDITORIAL
Lleida, centinela de la Covid
Las redes de vigilancia epidemiológica son muy importantes en salud pública y cobran especial relevancia en el manejo de una pandemia como la actual de la Covid-19. Los sistemas centinela se utilizan en diversas patologías, tanto enfermedades infecciosas como crónicas y vinculadas a los hábitos de vida, en las que se puede detectar y evidenciar los cambios de tendencia, así como evaluar las medidas de prevención y control.
Hasta ahora, todos los datos epidemiológicos que se barajan y se han dado a conocer no muestran ninguna certeza del por qué las comarcas de Lleida se avanzan en el aumento de casos de la crisis sanitaria. El pasado verano tenía una explicación lógica por la alta concentración de personas, sin cribados ni mucho menos vacunación, en las zonas frutícolas.
También por el elevado número de centrales cárnicas y agroalimentarias que tenemos en Ponent y por la alta movilidad que estos trabajos comportan. Además de razones socioeconómicas del transporte utilizado por los temporeros y de la alta concentración de personas que conviven.
Pero ahora, ningún factor determinante puede explicar claramente los motivos de la avanzadilla de Lleida. Todas las fuentes consultadas aseguran que nada hacemos peor ni mejor que otras comarcas catalanas y que todo apunta a que simplemente somos los centinelas de la Covid, como sucedió en la Val d’Aran con la irrupción de la cepa británica en las fiestas navideñas.
Llegados a este punto, y con la experiencia que nos proporcionó la segunda ola de julio del 2020, cabe destacar que la mortalidad, factor prioritario en la lucha contra la Covid, ha descendido notablemente con la llegada de las vacunas a las residencias de la tercera edad, y que ahora el problema se centra en personas de entre 60 y 79 años, con lo que la vacunación poblacional, que ya está marcha, ha de centrarse en este colectivo, que son los que ahora llenan las UCI. Finalmente, es necesario seguir en alerta máxima porque por mucho que la mortalidad haya bajado, hasta que consigamos la inmunidad de rebaño ni la salud ni la economía estarán a salvo.
Rocío Carrasco El ministerio de Igualdad ha registrado en la última semana un considerable aumento en las consultas a los distintos servicios del 016 de asesoramiento a las víctimas de violencia de género tras el testimonio de Rocío Carrasco en televisión denunciando ser víctima de esta lacra.
Se puede criticar que haya cobrado por su documental, que haya callado durante 20 años y que su posición social la convierte en una privilegiada en relación a otras mujeres que sufren el machismo pero, si ha servido para dar visibilidad a los malos tratos, bienvenido sea su relato..