EDITORIAL
Quedan 22 días para un acuerdo
Ha pasado el 1 de mayo, fecha fijada por el candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat para cerrar el acuerdo de investidura, y las cosas siguen como estaban, con negociaciones en Lledoners y profundas discrepancias sobre el reparto de carteras, la gestión de los fondos para la reactivación económica, el papel del Consell per la Republica y la hoja de ruta a seguir por el gobierno. El candidato Aragonès dijo que tenía prisa, porque también la tenía el país para formar gobierno y así lo han expresado este fin de semana los representantes sindicales y de la patronal, pero JxCat no tiene ninguna y la misma presidenta del Parlament ha dejado claro que los ultimátums no ayudan en nada e incluso pueden hacer descarrilar el acuerdo.
Ya solo quedan 22 días para que sea posible la investidura si no se quiere evitar la repetición de las elecciones, un escenario que a priori nadie desea y que, pese a las reticencias a pactar, sigue pareciendo poco posible porque a nadie le interesa. Pero es evidente que, a medida que se acerque la fecha, crecerán las urgencias de ERC y aumentarán las exigencias de JxCat, que ayer anunció que someterá a la votación de sus bases la postura a defender en el Parlament.
En principio podrán optar por apoyar la investidura de Aragonès e incorporarse a su gobierno o bien apoyar la investidura y quedarse fuera, pero parece improbable que se mantengan en el no a Aragonés y fuercen la repetición electoral. En cualquier caso, es evidente que se mantienen las reticencias, que hay profundas diferencias por más que se suavizarán si se concreta el pacto y que la figura de Aragonès queda tocada porque no han funcionado sus ultimátums y tendrá difícil cohesionar al futuro gobierno, donde JxCat está jugando fuerte para conseguir parcelas de poder y gestionarlas con autonomía.
No es el mejor escenario en unos momentos tan complicados como el que vivimos, en el que tocará gestionar la recuperación de la postpandemia y la distribución de los fondos comunitarios, pero en estos momentos no hay más alternativa que un gobierno independentista.
Libertad de prensa Una semana después del asesinato de dos periodistas españoles y un irlandés en Burkina Faso se celebra el Día por la Libertad de Prensa, más necesario que nunca porque el ejercicio del periodismo sigue siendo una profesión de riesgo.
Reporteros sin Fronteras recuerda que 937 periodistas han sido asesinados en la última década, y sin acudir a escenarios bélicos, la libertad de prensa también sigue amenazada cada día por intereses económicos y políticos en todos los rincones. Ojalá se respetara la frase del presidente americano Jefferson de que “prefiero prensa sin gobierno, que gobierno sin prensa”.
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