EDITORIAL
Fin de la alarma y luz al final del túnel
A las cero horas del domingo 9 se acaba el estado de alarma por la pandemia que había decretado el Gobierno central y ayer el vicepresidente en funciones de presidente, Pere Aragonès, despejó las posibles incógnitas asegurando que en principio y de momento no se aplicarán más restricciones en Catalunya sobre el toque de queda y el confinamiento perimetral, que también queda levantado. Es un avance significativo consecuencia de la buena evolución de los datos epidemiológicos con una mayoría de pueblos en verde, como se reflejaba en el mapa que publicamos ayer, y un buen ritmo de vacunación, que ya ha llegado en alguna dosis a un cuarto de la población.
De momento, se mantienen limitaciones como el cierre de la hostelería a las once de la noche y el tope de seis personas en reuniones en recintos cerrados y habrá que seguir cumpliendo las recomendaciones de mascarilla, distancia social y lavado frecuente de manos para no estropear la dinámica con nuevos repuntes, pero es evidente que empieza a verse la luz al final del túnel, que se pueden cumplir las previsiones de vacunación y que, pese a que puedan producirse brotes puntuales que obliguen a tomar medidas, podremos recuperar una cierta normalidad este verano. También se ha resuelto el marco legal tras el fin de la alarma, de forma que las autonomías que decidan aprobar medidas complementarias por la especial situación sanitaria deberán contar con el aval de los tribunales superiores, pero con el fin de unificar criterios se ha aprobado una norma por la que, en caso de negativa inicial, será el Supremo quien en el plazo de cinco días dirá la última palabra aplicando igualdad en los criterios.
Hay que tener en cuenta que salimos del estado de alarma, pero todavía no lo hacemos de la situación pandémica, que puede exigir medidas excepcionales en las autonomías o comarcas que aún están en zona roja, y una vez más hay que apelar a la prudencia para que la relativa normalidad que recuperaremos a partir del domingo no se traduzca en situaciones de riesgo y habrá que seguir evitando concentraciones masivas, botellones en las calles e interrelaciones multitudinarias. El virus sigue presente y ahora en la recta final hay que mantener las precauciones.
. Una medida equivocada
No ha estado nada oportuno el Gobierno estatal al plantear en su propuesta a Bruselas la supresión de la deducción por declaración conjunta en el IRPF y menos que lo presente como un incentivo a la inserción laboral del segundo perceptor de renta, que es la mujer. No la favorece porque en estos momentos no se crea empleo y, por el contrario, se penaliza a las familias con ingresos medios y bajos, dos millones en España y 29.500 en Lleida, que tendrían que pagar 3.400 millones. Que lo aclaren y rectifiquen.