La importancia de la educación presencial

El número de grupos confinados por algún positivo en centros de Lleida ha sido durante el curso muy inferior a lo que se preveía. El máximo se alcanzó a finales de octubre, con 150 grupos y 3.500 alumnos y docentes, lo que suponía alrededor del 5% de los 66.000 alumnos y profesores.

Entonces, el Govern implantó la enseñanza híbrida (una parte presencial y otra telemática) en FP y Bachillerato, y las cifras aún mejoraron más. Ahora, con los índices de la Covid totalmente controlados, alumnos de Primaria y ESO confirman, en la pequeña muestra llevada a cabo por SEGRE, que lo ideal, tanto para el aprendizaje como por la sociabilización del grupo, es asistir a clase presencialmente.

Evidentemente no hacía falta una pandemia para tal conclusión, porque está más que demostrado que el contacto con los profesores y entre alumnos es la gran aportación educativa para niños y adolescentes. La tecnología es y ha de seguir siendo un complemento indiscutible a la formación, tanto académica como personal, de los miles de alumnos leridanos y de todo el mundo, pero la interacción y la convergencia presencial es una pata básica en la estructura educativa.

Pero al margen de esta evidencia redemostrada con la Covid, haríamos bien en no olvidar tampoco los desequilibrios emocionales que estos 14 meses de aislamiento han comportado a los más pequeños. Nos hemos centrado mucho en la tercera edad, el mundo laboral e incluso los jóvenes, olvidando que para los más pequeños, sin capacidad todavía de supurar lo vivido, estos meses han podido dejar cicatrices difíciles de curar.

Hace bien el nuevo presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en poner sobre la mesa como uno de los primeros objetivos de su gobierno la elaboración de un plan de salud mental. La sanidad pública ha de priorizar también esta rama médica, porque tras los dramas que hemos vivido su aportación será de gran importancia para recuperar poco a poco el equilibrio perdido con tantos meses de aislamiento obligatorio.Caer en los mismos erroresPP, Cs y Vox anuncian una batería de iniciativas, desde recogida de firmas a manifestaciones, en contra de los indultos que tiene sobre la mesa el gobierno español en relación a los presos independentistas del procés.

Cualquier lector, independentista o no, sabe que el crecimiento del soberanismo catalán se disparó hasta ser mayoritario hoy en el Parlament a raíz de la recogida de firmas del PP contra el Estatut de Catalunya de 2006, aprobado por todos los estamentos del Estado. La vuelta a la confrontación que proponen la derecha y extrema derecha españolas es repetir los errores que nos han traído hasta aquí, y corresponde al PSOE contrarrestar esta insensatez.

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