El fracaso de la derecha acerca los indultos

Contrariamente a las intenciones de sus convocantes, la manifestación de la derecha este pasado domingo en Madrid ha servido para allanar el camino del indulto a los dirigentes del procés encarcelados. Ha quedado claro que ni siquiera en Madrid hay una oposición significativa a los indultos y, pese a todo el ruido de algunos medios, apenas 25.000 personas acudieron a la concentración, la mitad que en la celebrada hace dos años para oponerse a la negociación para solucionar el conflicto con Catalunya.

En esta ocasión, los dirigentes del PP y de Ciudadanos han evitado hacerse la foto con los de Vox, y muchos de los líderes territoriales han encontrado excusas para no asistir al acto desmarcándose de la convocatoria en una muestra de que al margen de Vox no tienen una estrategia clara más allá de la oposición frontal a todo lo que sea hablar o negociar y dejaron el protagonismo a unos promotores como es el caso de Rosa Díez, que lleva años amortizada tras una trayectoria errática que le ha llevado de ser aspirante a dirigir el PSOE a situarse en los aledaños de Vox. Desde una perspectiva institucional es preocupante que el PP no tenga una estrategia para Catalunya, que se deje arrastrar por el radicalismo de Vox y que su única iniciativa sea la de recoger firmas contra los indultos, como ya hizo contra el Estatut con nefastos resultados.

Ni Vox, ni Ciudadanos son partidos con perspectivas de llegar a presidir un gobierno, mientras que el PP sí ha sido partido de gobierno y podría volver a serlo a tenor de su implantación territorial y del número de militantes y votos. De hecho, parte de los problemas que tenemos vienen de la inacción de Rajoy cuando estaba en la Moncloa y de su falta de capacidad para articular una alternativa para solucionar el problema.

Y aún lo ha complicado más la presidenta de la comunidad de Madrid al involucrar al rey en la concesión del indulto, que se tradujo ayer en una inmediata desautorización por parte de Casado en el sentido de que el único responsable de los indultos sería Sánchez, como es obvio en cualquier democracia parlamentaria, porque lo que sería escandaloso y probablemente anticonstitucional es que el rey se negara a refrendar una decisión del gobierno elegido por los ciudadanos. A la vista del escaso eco de la manifestación de Madrid y teniendo en cuenta que Sánchez también ha ido apaciguando las voces discrepantes que habían surgido en su propio partido y que incluso ha visto reafirmada su autoridad con la victoria de su candidato en Andalucía, ya solo es cuestión de tiempo, de que se agoten los trámites y se elija el momento más oportuno para que los indultos se hagan realidad.

Sería un gesto importante de cara a la recuperación de la mesa de diálogo, de apostar por la normalización de la vida social y política en Catalunya y de empezar una nueva etapa en la que se pueda hablar y negociar sobre todo..