EDITORIAL
Vacunar, vacunar y vacunar
La Generalitat inició ayer una campaña de vacunación masiva poblacional abierta a todas las personas de cualquier edad, a partir de los 12 años, que podrán acudir hasta el 31 agosto a recibir la dosis sin necesidad de solicitar cita previa.
Con todo, Salud solicita que quien pueda siga pidiéndola a través de internet. La finalidad de esta nueva estrategia, posibilitada porque hay vacunas suficientes en las neveras, es que podamos llegar a la vuelta a las aulas con una inmunidad suficiente para evitar la sexta ola (en el caso de Lleida, la séptima por los brotes del pasado verano en las zonas frutícolas) y reemprender las clases, tanto en Primaria como Secundaria y Universidad, con presencialidad elevada en los estudios superiores y total en el resto.
El hecho de que la gente joven sea la que menos inmunidad tiene y las vacaciones, que han relajado mucho el interés de estas franjas, con menos complicaciones si se contagian, por recibir la inyección de la Covid, obligan a la conselleria a dar facilidades a los ciudadanos más reacios, o que por su juventud no se ven en peligro, a vacunarse.
Buena iniciativa a la que deberían responder con el mismo sentido común las personas que todavía no han recibido ninguna dosis, porque sin una inmunidad del 70 por ciento, o más, será difícil que podamos pasar página de esta pesadilla. Las vacunas bajan su eficacia a los siete u ocho meses y las nuevas variantes amenazan cada día, por tanto la única arma que tenemos para defendernos es vacunarnos, vacunarnos y volvernos a vacunar, y extender esta protección a todos los países del mundo.
No hay otra.
Puertas al campo Las altas temperaturas que, si se cumplen las previsiones, padeceremos a partir de hoy son una amenaza real para miles de hectáreas de bosque o agrícolas de toda Catalunya, que, por la falta de humedad y sequía, se encuentran en una situación de riesgo muy similar a la que ha provocado los graves incendios en Grecia o Turquía.
Cerrar accesos a parques o áreas naturales, en Lleida, la Baronia de Rialb y el Montsec, y prohibir actividades al aire libre en estas zonas, cortafuegos en los campos de cultivo, aunque estén segados, y evitar barbacoas, tirar colillas y paralizar obras públicas con maquinaria son algunas de las medidas que ya están en vigor, pero lo fundamental es que entre todos evitemos el acceso, sobre todo motorizado, al medio natural y que seamos conscientes de que los bomberos han de estar centrados al cien por cien en apagar cualquier conato de fuego que se produzca para evitar desgracias, tanto personales como de los parajes públicos. No olvidemos que el factor humano, intencionado o no, está detrás de la mayor parte de los incendios.