EDITORIAL
Afganistán: un fracaso para EEUU y el mundo
La suerte en Afganistán está echada y los talibanes asumirán de nuevo el poder después de que ayer entraran en la capital, Kabul, tras haberse hecho con el control de la mayoría del territorio.
La salida del país del hasta ahora presidente y la evacuación por parte de Estados Unidos del personal de su embajada certifica la victoria de los talibanes y su regreso al poder. Se trata de una mala noticia, especialmente para las mujeres, que durante el anterior régimen talibán entre 1996 y 2001 vieron vetado el acceso a la educación, fueron obligadas a llevar el burka, quedaron todavía más supeditadas a los designios de los hombres –por ejemplo, en lo que respecta a los matrimonios forzados– de lo que ya es habitual en una sociedad tribal y se les aplicaba la lapidación en caso de adulterio.
Y es también un gran fracaso para el mundo, principalmente para EEUU, que invadió el país después de los atentados del 11-S como represalia por el hecho de que acogiera bases del grupo terrorista Al Qaeda.
Durante estos últimos 20 años, Estados Unidos y sus aliados occidentales han sido incapaces de garantizar la estabilidad en un estado dividido en decenas de etnias y clanes tribales en los que mandan los denominados “señores de la guerra”. Afganistán se ha convertido en un nuevo Vietnam de EEUU, incapaz de derrotar militarmente a los rebeldes y de ayudar a formar un gobierno que contara con el apoyo del grueso de la población.
La rapidez con que se ha desmoronado el ejército regular tras la marcha de las tropas norteamericanas ilustra la inefectividad de estas dos décadas de ocupación.
Y también ha quedado de manifiesto otra vez la incapacidad de las grandes organizaciones internacionales, como la ONU, para proteger los derechos humanos básicos. Así, y a pesar de que algunos líderes talibanes han anunciado que ahora no serán tan inflexibles como en los anteriores 5 años que gobernaron, lo más probable es que la Sharia, la interpretación más integrista del Islam, vuelva a estar vigente en Afganistán.
Cada vez más calor
Lleida, Catalunya y la mayor parte de España han vivido estos últimos días una ola de calor en la que los termómetros han marcado máximas históricas en diversos puntos.
Las previsiones indican que hoy ya habrá remitido, pero está claro que el cambio climático comporta cada vez más episodios extremos, con la constante de que la temperatura media tiende al alza. Los científicos llevan tiempo avisando que hacen falta cambios radicales para evitar un desastre irreversible, pero los principales poderes políticos y económicos del mundo siguen sin darse por aludidos y continúan actuando como si el planeta no fuera finito.